Argentino le ganó un partidazo a La Unión de Formosa por 92 a 86 y suma dos triunfos al hilo. Auspicioso de cara al futuro.
El Turco, contra todos los pronósticos, aceptó el convite de La Unión de jugar a correr y tirar. Fue un partido estupendo, de alternativas cambiantes, emotivo y de goleo alto. Lo ganó Argentino porque lo cerró mejor.
Antoni Vicens fue quien hizo punta en el quinteto juninense, ganando todas las bolas en la pintura. Después, el resultado lo apuntalaron desde afuera Santiago Barrales, Agustín Pérez Tapia y Valentín Burgos, que llevaron al equipo a ganar 25-21. La Unión no se movió de su libreto. Aprovechó las licencias oponentes en la zona pintada, donde se movió con displicencia y fue el juninense Cristian Amicucci quien lo apuntaló en el goleo.
El segundo cuarto fue relativamente parejo. Jonatan Slider (1 triple, 4 dobles) comenzó a encontrar su juego y del otro lado llegaron las soluciones desde el banco: Eduardo Vasirani (un ex Argentino), Víctor Fernández y Matías Caire, determinantes.
Un enchastre del Turco en el cierre del primer tiempo le hizo poner la mejilla para el cachetazo final de La Unión, que sin tiempo por jugar clavó un triplazo en manos de Matías Caire para un primer tiempo ganador de 45-40.
Ya en el complemento, Argentino comenzó a ajustar las marcas y recuperó terreno en el partido. Hizo un parcial de 7-0 en un minuto y medio. Un triplazo de Burgos y las penetraciones de Slider y Pérez Tapia pusieron las cosas en su lugar.
El Turco insinuó que quería ganar el partido. Luego llegaron los dobles de Antoni Vicens y un “sablazo” de afuera del Gran Capitán terminó por consolidar al equipo en el partido. Igualaron en 64 al cabo del tercer cuarto.
Con la posibilidad de entregar faltas personales, Argentino terminó por endurecer la defensa y allí obtuvo rápidos beneficios.
Recuperó pelotas y corrió. Sensacional Jonatan Slider (2 triples, 1 doble, 3 simples), magistral cierre de Valentín Burgos (2 triples, 1 doble) y el sello de Juan Cangelosi desde afuera pusieron a Argentino lejos en el marcador.
Y después la cabeza fría desde el banco para dirigir el cierre, estupendamente ejecutado por los jugadores en cancha. Brillante, triunfo y que pase el que sigue.
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