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El estadio Islas Malvinas, de Mar del Plata, sería una de las sedes de la burbuja.
BÁSQUET

A cada club la burbuja le costará una suma mayor a dos millones de pesos

Una erogación monetaria sin precedentes para menos de tres meses de competencia. Además, las entidades deberán abonar contratos, traslados y otros gastos de la competencia.

En un país pobre, donde el básquet no escapa a las generales de la ley, los clubes van camino al abismo. Y ellos mismos votaron casi por unanimidad este sistema (en contra lo hicieron Argentino y Estudiantes de Concordia). 
La burbuja que comenzaría el primero de noviembre para dar rienda suelta a la competencia 2020/21 de la Liga Nacional de Básquet le significará a cada club la suma de dos millones setecientos mil pesos de frente. Tal vez lo puedan pagar en tres veces, pero para el caso es parecido porque obligarían por ventanilla la cantidad de novecientos mil pesos mensuales. Un disparate de dinero en tiempos de pandemia.
El problema no es para los clubes que “bancan” los feudos provinciales. Esos son como la carnicería sin techo: “la mosca les entra de arriba”.
El tema pasa por los clubes más humildes que históricamente vienen al día y no van a tener los ingresos de abonos, entradas, cantina y otros artilugios que les sirven para juntar un mango. Si bien no los salvan, le permiten mantener la cabeza a flote con plata fresquita. Encima, con todo cerrado, los sponsors no son los mismos que en las épocas de vacas gordas. Todo un problema.
Además de esto, los clubes tienen que pagar los contratos. Tampoco saben a ciencia cierta por cuánto tiempo los pueden hacer. ¿Qué pasa si se contagian todos aun dentro de la burbuja? Todo parecería indicar un final abrupto de la competencia. Si es así, ningún club va a querer pagar el resto de los contratos. Una de las opciones podría ser arreglar por el tiempo de juego. Es decir, asegurar el salario por el tiempo que dure la competencia del club en el certamen.
También tienen que costear el gasto de los traslados, los honorarios de los árbitros y alguna otra cosita que siempre aparece por el camino y donde irremediablemente hay que meter la mano al bolsillo.
Otro tema es si en enero no se libera todo en el país. En esta etapa de la competencia los clubes del norte se cruzan con los del sur. Sin viajes esto no sería posible. En ese caso volverían a jugar todos contra todos en la misma burbuja y los dos últimos de cada conferencia irían a un play off por el descenso. Y descenso habría siempre y cuando se juegue la Liga Argentina.
Aunque si para enero no queda todo liberado (o tal vez un mes antes), el país tendría consecuencias impredecibles. La gente no aguanta más, el virus parece que se queda y habrá que convivir con él sin más vueltas que darle.  
Jugar hay que jugar. Este “parate” no le conviene a nadie. El tema pasa por lograr un equilibrio que no termine de hundir a los clubes y todos salgan medianamente beneficiados. No es fácil.

Hispano con extranjero
En las últimas horas, el club Hispano Americano oficializó la llegada de Deremy Geiger. El base viene de jugar en la liga islandesa y es la primera ficha extranjera confirmada por el club.
De esta manera, Hispano de a poco va redondeando su plantel. A las ya conocidas llegadas de Gabriel Picatto (DT), Sansimoni, Gargallo, Filippa y la renovación de Buemo, Hispano cerró la llegada del base que viene de jugar en el Tindastoll de la Primera división de Islandia.
Geiger es un jugador oriundo de Hawái, Estados Unidos. Nació el 9 de febrero de 1990, mide 1,82 mts y se desempeña como base. En la liga islandesa, tuvo un buen andar, allí promedió 17 pts. por partido con 2,4 en rebotes, 4,7 en asistencias y un promedio de 17,1 en valoración.
De esta manera, Hispano deberá hacer foco en la búsqueda de jugadores en la zona pintada ya que no ha incorporado ningún jugador en dicha posición. Lo que sí es cierto es que la dirigencia y Gabriel Picatto apuestan a un plantel joven con mucha proyección.

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