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BÁSQUETBOL

Mario De la Llera: “El Gerente”

Actual presidente del Básquet Femenino local, jugó en San Martín y Rivadavia de Junín. Era el gerente de la sucursal al momento del histórico “Robo del Siglo” en el Banco Junín de Germania, en 1992.

“Yo soy porteño. Mi padre era ferroviario y estaba en Buenos aires. Viví en José C. Paz hasta los dos años. Luego a mi viejo lo trasladan a Junín  y me crié en el barrio Villa Belgrano, a la vuelta del club San Martín que es donde está la casa de ellos. Hoy yo vivo dos cuadras más atrás.
Fui a la escuela 16 y al San José en la primaria. Tuve de compañeros a Pablo Pisorio, Alonso, Corsetti, Porcú. Al secundario fui a la escuela Nacional. Casualmente este año se cumplen los 50 de egresados.
En el barrio se jugaba a la bolita, el hoyo pelota, las figuritas, íbamos a los campitos a patear la pelota, todos los juegos antiguos que hoy casi desaparecieron.  No había celulares, ni tablets, apenas algunos teléfonos fijos.
Estaban el club San Martín, abierto, el Rivadavia, Villa Belgrano.  Yo como estaba de Italia para Rivadavia, practiqué básquetbol en el club San Martín y fútbol en el club Rivadavia.
Jugué a las dos cosas juntas. En San Martín eran técnicos Pepe Moreno, Hugo Ochoa, Humberto Biagetti, Luis Forzano. Estaban Raúl Demaría, D´Andrea, Tobarez, Rico, los hermanos Sabelli, Sánchez, Spichialli.
Salimos campeones de segunda un año que fue una campaña extraordinaria que hicimos.
Paralelamente jugué al fútbol en Rivadavia de Junín, pero no mucho tiempo porque me incliné por jugar al básquetbol. Estaba de técnico el Cholo Lucaroni.
Al básquet jugué hasta los 17 años que fue donde me recibí en el colegio Nacional y me fui a Buenos Aires. Hice algo de básquet mientras estudiaba, en Italiano y Atlético Altube. Era una liga grande porque íbamos a competir a  San Miguel, Del Viso, Escobar, Palomar, Esteban Echeverria.
Me volví a Junín pero ya no jugaba más. Fui incursionando en la dirigencia. Hace 34 años que estoy siempre en San Martín. Me invitó en su momento Néstor Calvet para que lo acompañara a un cuadrangular en Independiente de La Pampa. Ahí decidí darle una mano y comenzó el derrotero de estar en el club.
Luego me pidieron Coco Nigro y Néstor Sánchez que le diera una mano con el básquet Femenino y asumí como presidente de esa comisión de la Asociación Juninense de Básquetbol. El básquet siempre me gustó, ayudo en lo que está a mi alcance y seguimos adelante.
Veo que el básquet local está un poco flojo. No veo la motivación en los chicos como había antes. Ha cambiado mucho la estructura de la vida. Antes, como no tenían celular, tablet, play station o computadora, pasaban más tiempo en el club. Lamentablemente se van perdiendo cosas.
Muchos años atrás Junín era una potencia en los provinciales y hoy le cuesta mucho más ganar un campeonato.  Quiere decir que en algo se está fallando. O los otros mejoraron mucho o nosotros estamos haciendo algo mal.
Creo que Junín no tiene capacidad para tener dos equipos de Liga, o como sucedió en un momento con San Martín que se ganó legítimamente la participación en el TNA y lo mandaron a jugar a Chacabuco. Un disparate. Como sanmartiniano  me dolió mucho. Pero son experiencias que hay que ir pasando.
Argentino ya está aggiornado a la Liga. Deportivamente lo lleva bien y económicamente es ordenado. Pero veo que a nivel de inferiores no tenemos un crecimiento que acompañe el movimiento de Liga. Es un tema que va a haber que ocuparse.

El robo del siglo

Yo había entrado a trabajar en el Banco Junín.  Con los años me ascendieron a gerente y mi primer destino fue Germania. Un pueblo súper tranquilo y máxime que fue la época de la inundación grande.  Para ir a Germania por Alberdi o por Pinto esperaban los camiones de la leche para que te pudieran pasar.
Un día de enero, el banco tenía horario de verano. Eran la una menos cuarto cuando veo que ingresan unas personas que no eran habitué del pueblo ni de la zona que trabajaban con nosotros. Nos conocíamos todos. Enseguida dijeron “esto es un robo”, tenían armas largas y estaban a cara descubierta. Fueron agresivos. Yo estaba atendiendo a  una clienta del banco que ese fin de semana se iba de vacaciones  y estaba terminando de hacer la carpeta. Por lo que yo vi eran tres.
Detrás de mi sale un policía y sin mediar palabra le dicen “milico de la p….” y le pegaron un tiro con una pistola. Agonizó una semana y se murió. A otro que le pegaron un culatazo fue a un cliente que había estado inclusive el día anterior. Era el panadero del pueblo y le dieron en el estómago. El entró y como no vio a nadie se iba a volver. Apareció una persona de atrás, forcejearon, le pegaron y lo encerraron.
Se llevaron una suma importante de dinero, eran pesos en ese momento, no había dólares. Dejaron dos sacas con monedas porque “eran pesadas y poca plata”. Ellos sabían que tenía que haber más en la bóveda, pero le erraron de semana. La plata se había ido en cantidad siete días antes. Nos encerraron... éramos once personas y se fueron. De acuerdo al peritaje posterior, se fueron para el lado de Diego de Alvear, con el auto que le robaron al panadero. El 22 de enero se cumplieron 28 años.

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