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Marcos Delía vuelca una pelota espectacular.
BÁSQUETBOL

Argentina quedó a un paso de China 2019

En el día del profesor, Argentina le dio una lección de juego colectivo a Puerto Rico para superarlo 106-84 en el mejor juego nacional de las eliminatorias. El tridente Laprovíttola – Deck – Delia fue mortífero.

Hacía rato que Argentina no regalaba un partido de tal magnitud. Está más que claro que no siempre se puede por más que se quiera hacer todo bien, el rival también juega y Puerto Rico hizo lo suyo. La cara del entrenador boricua, Eddie Casiano, mostraba el total descontento por la defensa ejecutada de sus dirigidos.
Es que el juego después de un primer cuarto parejo que invitaba a pensar en un juego duro y cerrado, se abrió por completo. La respuesta de la segunda unidad argentina fue perfecta a diferencia de su rival. La diferencia, cuando trepó a 15 puntos, fue una daga en el corazón de las intenciones boricuas. Puerto Rico se quebró mentalmente muy rápido y Argentina aprovechó para pasarlo por arriba en el tercer cuarto sacando 30 puntos de diferencia, algo ilógico entre estos dos grandes equipos.
Nicolás Laprovíttola. Atrevido, inconstante, talentoso, hace rato que la selección sabe que en la misma persona convive un día un jugador y 72 horas después otro distinto. Ha sido siempre así. Anoche jugó en modo “maravilla” y sacó lo mejor de su repertorio en los dos costados de la cancha.
Primero su ingreso se dio al mismo tiempo que Delia y en el descanso de Barea. Eso cuenta porque por un lado no sufrió al terrible base de Puerto Rico y por el otro aprovechó en tándem como el pivote suplente que está cada día mejor y más rápido.
Laprovíttola en el doble comando con Campazzo se sintió cómodo y la velocidad de ejecución fue letal para el rival. Detrás de cada recupero o rebote fue incisivo, vertical, generó espacios, encontró circulación de balón y anotó de todos los modos posibles. “Nico” metió 3/3 en triples y 1/1 en dobles en el segundo cuarto. A medida que el partido sumaba minutos Laprovíttola se sintió cada vez más confiado y se adueñó de todo.
Hernández entendió rápido que “Lapro” estaba en su noche y lo premió con el quinteto abridor del segundo tiempo y allí siguió fuerte en defensa y sólido en ataque. Un partido mucho más que importante para quien debe ser uno de los líderes de la próxima ventana sin varios “notables”.
Gabriel Deck. El “tortu” jugó como lo hizo en San Lorenzo, en Quimsa o en el patio de su casa. Duro y letal con la carga del rebote ofensivo para empezar corrigiendo los tiros errados de Scola. Luego rápido de contraataque y finalmente encontrando los callejones que la defensa de Puerto Rico no cerraba para perforarlos. Hubo volcadas y bandejas para todos los gustos. Terminó con 21 pts y 11 rebotes, pero en los primeros 12 minutos del juego llevaba 12 puntos y 9 rebotes. Un Deck en “modo Deck”.
El oriundo de Colonia Dora con apenas 23 años vuelve a mostrar que el roce internacional está a su altura, que no hace falta más escuela, por el contrario, anoche fue él quien dio cátedra. La velocidad de ataque sobre las piernas de Ricky Sánchez, la lectura para tomar la línea del fondo y las espaldas de toda la defensa rival fueron una delicia.
Marcos Delía. Si dibujáramos un gráfico de su carrera veríamos con claridad que estamos en una línea creciente y en el lugar más alto. Su físico privilegiado va acompañando ahora a su mente. Su velocidad de piernas a la toma de decisiones, su talento natural a la ferocidad agregada. Crece por minuto.
Anoche entró y dio vuelta el juego. Se pegó en la marca de los pick and roll y mandó a los bases rivales para atrás. Ayudó a que su media cancha controle las penetraciones y si no estuvo presente en los rebotes es porque su trabajo de defensa del perímetro fue de contención y anticipación.
En ataque corrió bien la cancha, no cortó la circulación de balón, por el contrario le dio continuidad y estuvo fino a la hora de definir los tiros cortos (6/6 en dobles).
El orden cronológico del juego dirá que el partido duró 12/14 minutos. No más que eso. Argentina comenzó en defensa individual lo mismo que su rival y se repartieron ansiedades y equivocaciones. Del 6-6 de los primeros tres minutos intercambiaron puntos hasta que una corrida de 6-0 lo dejó arriba al albiceleste 14-9. 
Pero JJ Barea tenía preparada su batería de municiones y sacó 7 puntos seguidos de su propia factura para darlo vuelta todo (14-16) y completar un parcial 0-9 de los boricuas. Le fue muy difícil a Vildoza tomarlo a Barea como seguidor detrás de cada pick. El jugador NBA aprovechó todo y castigó.
Argentina no la pudo meter de afuera (0/5 en triples) y se debió conformar con el trabajo del poste bajo de Gabriel Deck y el afortunada descanso de Barea para ganar 20-18 el segmento inicial.
En el segundo cuarto el juego se abrió para la selección que tuvo su mejor versión. Sin Scola, con Delia rápido y letal, con la doble base de Campazzo y Laprovíttola, las piernas y el vértigo de Fjellerup. Primero sacó 8 (28-20) y Casiano pidió minuto. Enseguida volvió Barea y se aventuraron otros cambios, pero nada positivo pasó para Puerto Rico. Por el contrario la distancia se hizo de 16 (36-20) en cuatro minutos y medio ahora con los triples argentinos que empezaron a caer uno tras otro.
Un triple de Laprovíttola llevó la distancia máxima a 18 (44-26) y Puerto Rico ya no sabía que marcar. Reingresó Scola, dieron el paso atrás para cerrarse y Lapro clavó dos triples seguidos para contrarrestar las bombas de Calvell y Barea (51-37).
El primer tiempo se fue con distancia máxima de 19 (56-37). Argentina disfrutó de 10 minutos de ensueño que los ganó 36-19. Fue una tromba de gol en velocidad.
En el tercer cuarto el partido se terminó. La diferencia llegó a trepar a los 33 puntos de amplitud (84-51). Puerto Rico se fue del plan de juego por obra y gracia de un equipo que lo acorraló mentalmente y con mucha intensidad.
La selección de Sergio Hernández vio la oportunidad y lanzó lo más rápido posible al aro detrás de la secuencia inicial de pases. Finalmente con 4/10 en triples y 7/8 en dobles volvió a ganar el segmento 32-21 (88-58) y siguió sin pisar el freno.
A la gran actuación albiceleste le correspondió una decepcionante de Puerto Rico. Porque al quedarse sin gol se quedó sin respuestas defensivas. Los boricuas vieron como Argentina tocaba, volaba y metía todo sin poder pagar gol x gol. Se derrumbaron entregando sus chances en el tercer segmento.
El tramo final fue igual de intenso por parte de la Argentina al menos hasta los cinco minutos (98-66) donde se negociaba la distancia que todavía le correspondía al desarrollo. En los últimos cinco minutos Puerto Rico aprovechó y metió algunos tiros abiertos para que un parcial 8-18 achicara el número final a 22.
Fue una actuación fenomenal de la selección que da un paso gigante rumbo a la Copa del Mundo de China 2019. Jugó en equipo, brilló en defensa, tuvo actitud y concentración. En un partido que se preveía duro y muy parejo, lo liquidó con autoridad para sacarse de encima un rival que buscará olvidarse de la noche formoseña.

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