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Facundo Corvalán, en Weber Bahía.
LIGA NACIONAL DE BÁSQUETBOL

Los clubes nacionales apuestan a los pibes

Mucho se habla del número de extranjeros pero poco del regreso del reclutamiento y la creciente apuesta a los jóvenes. Bahía ha sido el faro pero no es el único. Boca, Obras, Ferro, Atenas, Quimsa, Peñarol y San Lorenzo empujan una movida que tiene más recursos e infraestructura.

“Mucho se habla del número de extranjeros, pero poco del regreso del reclutamiento y de la creciente apuesta de los clubes por los chicos. Aman los números de la supuesta extranjerización de la Liga, eso vende bien, pero no mencionan la nueva legislación de pases que se aplica para favorecer el objetivo, no hablan de los jóvenes que la Liga le da a la Selección y menos tienen idea de la inversión de cada institución en jóvenes ni del número de reclutados”. El que se descarga es un directivo importante, ya cansado de abrir las redes sociales y leer “el cliché que varios repiten como loros, muchas veces sin fundamentos ni un análisis profundo”. La consulta pasó por varios directivos, entrenadores y jugadores, sobre todo los jóvenes, y muchos expresaron su felicidad y conformidad por cómo este camino de apuesta a la cantera se está profundizando. Y en esta nota estarán los testimonios, números y motivos de una clara tendencia que ilusiona a nuestro básquet.
 Si vamos a los reclutados, hay 84 en los 20 equipos de Liga y todo SIN contar a los que son de la ciudad en la que juega esa institución. Obras es el que más tiene con 9, Boca suma 8, luego vienen Bahía Basket, Quimsa y Peñarol (7), San Lorenzo también invierte fuerte (6) mientras que Regatas y Ferro (5) son otros de los que más se han activado. Algunos de estos talentos fueron cedidos a préstamo, pero la mayoría sigue en los clubes, muchos conformando el equipo de la Liga de Desarrollo y varios ocupando un lugar en La Liga. En lo que va de esta temporada, los chicos nacidos en 1998 (son U19) que entraron en la mitad de partidos de la LNB son 12, cuatro veces más que en la anterior, cuando la camada de 1997 sólo tuvo tres que ingresaron en ese 50% de los disputados (Fjellerup, Zurbriggen y Martín Fernández). Esto se nota también en los U17 (nacidos en el 2000), ya hay tres que jugaron la mitad de los juegos, Marco Giordano, Juani Marcos y Leandro Bolmaro. En la campaña pasada no había ningún U17 (de 1999) que hubiese llegado a esa cifra. Eso, significa, como creen muchos directivos, que los pibes están teniendo más posibilidades de jugar pese a que hay algunos extranjeros más en la competencia. Incluso muchos de la clase 1998 (U19) ya son parte de la rotación fija de la Liga Nacional, con algunos destacados como Facundo Corvalán y Santi Vaulet en Weber Bahía Basket, Lautaro Berra y Luca Valussi en Obras, Matías Solanas en San Martín y Julián Ruiz en La Unión (Formosa).
Los reclutamientos no son nuevos, comenzaron hace décadas, en especial de la mano de León Najnudel. Muchos clubes se animaron y beneficiaron. Tal vez los casos emblemáticos hayan sido Ferro en los 80, Atenas en esa misma década y también en los 90, lo mismo que Sport Club y Olimpia de Venado. A comienzos del 2000, Boca y Atenas retomaron esa tendencia pero quizá no tuvieron la paciencia o la visión para aprovechar sus camadas. En el caso del Xeneize, poco disfrutó a Calderón, Maciel, Boccia, Sandes, Sartorelli, Guaita y Weigand. A Atenas le pasó algo similar con Funes, Moya, Brezzo y Melo, por caso. Quizás esas experiencias no tan aprovechadas estimularon que ya no se reclutara tanto, pero la fuerte apuesta de Bahía Basket volvió a poner el tema en el tapete.
El camino de apuesta a la cantera se está profundizando en todos los clubes. Los nacionales de Bahía Basket menores a 23 años juegan hoy incluso más que los extranjeros del equipo (111 a 99 minutos de promedio).
Bahía apunta a tener a los mejores de cada camada, incluso sacándolos de ciudades donde hay equipos poderosos. Por ejemplo, a Bolmaro se lo disputó con Atenas, que también lo quería. El poder de seducción de Pepe es tal que todo es posible, aunque él apunte al contexto como gran virtud. “Nuestro mérito fue crear un entorno saludable, motivante, un microclima para que ellos se desarrollen. Para nosotros es importante que se sientan que están en el lugar correcto. Primero los invitamos a que vengan, a que conozcan lo que hacemos”, explica. Y va por más con la construcción del Dow Center, edificio multiuso estilo NBA que estará listo a fin de año y será el mejor de América Latina. Un combo de deporte, educación, ciencia e innovación que apuntará a la formación integral del jugador. El objetivo trascenderá las fronteras del país e intentará ser el faro e formación de basquetbolistas de toda Latinoamérica. “La idea es crecer. Hay mucho talento en la región y sentimos que tenemos mucho para enseñar”, cierra el campeón olímpico. Silvio Santander, entrenador que es un especialista en la materia, asegura que la organización de Pepe “le sacó un campo al resto porque su programa de cantera tiene vinculación directa con su proyecto profesional”. Por ahí pasa una clave.
 La profundización del reclutamiento ha generado que el resto se mueva mucho más, incluso apuntando cada día a más jóvenes. Ahora, por caso, la pelea es por los chicos de la 2002/2003 (14/15 años) y para eso es necesario tener una estructura, un coach y PF para juveniles, instalaciones deportivas, alojamiento y un trabajo integrado con el cuerpo técnico de Liga. Hay mucha competencia realmente. Obras, por caso, es otro de los que apuesta fuerte hace años. Lautaro Berra (ya llegó a la Selección mayor con 20 años) y Luca Valussi (alero, 1m96 y 19) son dos que arribaron en 2013 y ya tienen un interesante protagonismo en el equipo de Liga. Pero hace poco se sumaron el jujeño Zenarruza (ala pivote, 2m01, 16), el santafesino Bertona (base, 1m76, 16), el formoseño Van Schmeling (ala pivote, 2m01, 16) y dos extranjeros, el africano de Cabo Verde Víctor Andrade (alero de 2m03 y 17) y el peruano Juan Pablo Venegas (base de 1m83 y 17). No contamos a Martín Flores (pivote, 2m05, 17) de Beccar, Franco Smaniotti (1m96, 17) de Florida y Máximo Milovich (2m03, 16) de CABA, porque son de la zona, pero sí se puede sumar a Santiago Ibarra y Francisco Barbotti (19), pese a que se fueron a préstamo a Villa Mitre.
 Quimsa, pese a ser uno de los que más extranjeros contrata para su equipo profesional, apuesta mucho a su cantera. Hoy tiene cinco prospectos argentinos y dos foráneos, el brasileño Gabriel Mendes da Silva (ala pivote, 2m06 y 21 años) y el ecuatoriano Joe Quiñonez (pivote, 2m10 y 21). Los de acá son el chaqueño Sebastián Lugo (escolta, 1m98 y 19), los tucumanos Leandro Monteros (pivote, 1m99 y 19) y Tomás Allende (base, 1m90 y 15), el chubutense Franco Ferraria (alero, 1m95 y 16) y el santiagueño de Loreto Luciano Sánchez (ala pivote, 2m01 y 17). Pero va por más. Está a punto de sumar dos chaqueños más y probar a dos mendocinos en los próximos días. Peñarol también volvió fuerte a la escena. Fue en 2016, con Juan Manuel Gatti. Juani Marcos, que ya destaca en la Liga como suplente, es su joya, pero Nicolás Franco (pivote, 2m05, 18 años), Lucas Gorosterrazú, Juan Martín Fernández, Ignacio Bednarek (2m03, 15 años) y Joaquín Valinotti prometen. Vittorio Fazzini, pampeano, se fue cedido y Agustín Bugñar llegó desde Kimberley. Este cambio fue a partir de un convencimiento de la dirigencia sobre la necesidad de volver a apostar a esta receta que tanto le rindió con Campazzo, Mata y Giorgietti. “La Liga está marcando, por su competencia y su calendario, que es clave tener jugadores jóvenes en los planteles: por cantidad de partidos, por presupuesto y porque hay cada vez más equipos profesionales.

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