Dentro de la danza de nombres que rondan por Las Morochas, Federico Mariani es uno de ellos.
Mariani es un escolta de 1.90 metros y 25 años (nació el 14 de abril de 1992), tuvo su último registro en Obras Sanitarias de la Nación llevado por Nicolás Casalánguida.
Y fue precisamente en Regatas donde coincidió con Casalánguida. En ese entonces se incorporó como ficha U23 para los últimos partidos de la 2015/16 como reemplazo de Alejandro Zurbriggen, quien se mudó a Parque Sur para jugar el TNA. Igual su estadía en el Fantasma fue corta (3 partidos, 4 minutos en total, sin puntos, 0.3 rebotes y 0.3 asistencias).
El cordobés jugó también en Tomás de Rocamora, donde en 39 encuentros arrojó promedios de 15.3 puntos (51.8% en dobles, 34.2% en triples y 80.2% en libres), 3.6 rebotes y 2.4 asistencias. Previamente también tuvo pasos por Unión de Oncativo, Barrio Parque, Regatas Uruguay y Oberá Tenis Club.
San Lorenzo quedó a un paso del bicampeonato
El elenco de Julio Lamas derrotó por 79-58 a Regatas Corrientes como visitante y está a un juego de ser nuevamente el campeón de La Liga. Safar fue el goleador, con 20 puntos.
Tras un inicio equilibrado, San Lorenzo marcó la primera diferencia corriendo la cancha por intermedio de Deck y Pérez, para dejar el marcador 7 a 14, promediando la etapa, y obligando al rápido minuto de Piccato.
El buen andar de San Lorenzo continúo a medida que se incrementaba las pérdidas y la falta de efectividad de Regatas, y con dos triples de Mata la vista estampó el claro 7 a 22, a los 8 minutos.
Un tercer cuarto de transición jugó San Lorenzo, tremendamente productivo y beneficioso para sus pretensiones. Frenó el juego, jugó con la desesperación de Regatas y contestó con argumentos sólidos para cambiar gol por gol, y ganar el cuarto 18 a 17, y entrar al último cuarto ganando por 54 a 41.
En el último cuarto San Lorenzo se soltó definitivamente. Mata tapó, fue a la contra y llegó al gol para dejar el marcador en 61 a 41, apenas a los dos minutos y fracción, pero verdaderamente sentenciar el juego.
Fue un golpe psicológico para el remero que le puso empeñó pero nunca pudo ante la jerarquía del rival y extrañando considerablemente a su goleador y emblema Paolo Quinteros que no fue de la partida. Fue 58 a 79 para dejar todo a pedir del Ciclón que en su casa –mañana sábado- buscará repetir el campeonato, en el nuevo estadio Roberto Pando, que fuera inaugurado en la temporada pasada de la Liga Nacional de Básquetbol
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