BÁSQUET DEL RECUERDO

Wolkowyski: "No se puede explicar lo que transmitía ese equipo"

Rubén Wolkowyski hizoe un emotivo repaso por lo que vivió en los Juegos Olímpicos Atenas 2004. Su visión de la Generación Dorada, su carrera, el retiro, sus planes como entrenador a futuro y la alegría por ver a su hijo en la Selección U16.
La historia de la Selección Argentina está llena de ejemplos de sacrificio y trabajo constante, y Rubén Wolkowyski es uno de ellos.

-¿Qué estás sintiendo al ver jugar a tu hijo a tan corta edad con la camiseta de Argentina?
-La verdad es que estoy orgulloso. Cuando yo jugaba, nunca pensaba que mi hijo iba a poder ponerse los colores de Argentina a los 15 años. Lo único que le dije era que tener esos colores era un orgullo, que debía sentirse muy feliz por vestirlos, que tratara de disfrutarlo al máximo porque son los colores más lindos. Representar al país fue un orgullo durante toda mi carrera porque es lo único que se hace por pasión. Más allá de que uno tiene un trabajo y que lo va haciendo en diferentes partes del mundo, cuando te ponés la camiseta argentina lo hacés por pasión.

-¿Vos querías que Tomás agarrara la posta del básquet o se fue dando solo?
-No, nunca lo empujé a que él decidiera jugar al básquet. Un amigo, Luis Fernández, me dijo "dejalo que él elija solo, no lo presiones, nunca le digas nada". Y él, a los 10, 11 años, empezó a decidirse, a querer ir a entrenarse. Hoy su vida es el básquet y me pone muy contento, porque poder estar ahí no es fácil. Ojalá lo pueda disfrutar.

-Al margen de que no lo empujaste para empezar, ¿ahora que se largó sos de estarle encima o dejás que vaya descubriendo todo solo?

-Soy de ir a entrenar con él y llevarlo porque a él le gusta. Entonces si él quiere voy a gastar las horas y los días que sean necesarios para que sepa que esto se consigue entrenando y que nadie te regala nada.

-¿Cuál es el consejo más importante que pensás que le tenés que dar, desde tu visión de padre y de lo que representaste para el básquet argentino?
-El consejo, no sólo para mi hijo sino para todos los chicos que hacen básquet o cualquier deporte, es que el sacrificio que se hace todos los días para entrenar o aprender lo que uno está haciendo es fundamental. Yo tengo que ir a entrenarme para aprender y mejorar lo que estoy haciendo, eso te va a mejorar cada día como jugador. Y cuanto más lo hagas, más fácil se te hará para llegar a donde querés.

-Comparando tu época de chico con la de ahora, ¿qué notás en términos de dedicación y desarrollo, hay diferencias?
-Sí, hay más distracciones. Yo, que estoy tratando de trabajar con chicos, me encuentro que tenemos que tratar de pelear con el tema de los teléfonos, las computadoras, la PlayStation... Y eso te saca horas para ir a entrenar. Los chicos tienen que darse cuenta que el entrenamiento les va a dar algo importante. Hoy hay tiempo para hacer todo, así que sacarle un poco de tiempo a la electrónica para dedicárselo al básquet les va a ayudar mucho. Cuando yo era chico entrenábamos muy duro. Los entrenadores que tuve siempre trataron de ayudarme a formarme y me llevaban a entrenar, me daban lo que ellos sabían para que yo aprenda. Hoy la verdad es que no sé cuántos entrenadores están capacitados o tienen la habilidad o ganas para hacer eso.

-¿Por qué lo pensás?
-Hoy quizás hay entrenadores que piensan que de un día para el otro se van a levantar y van a ser entrenadores de la Selección o de la Liga Nacional. Vos primero tenés que tratar de ser formador, hacerte de abajo para arriba, y a medida que va pasando el tiempo y agarrás experiencia, vas a llegar a ser entrenador. Hoy veo que está faltando una dedicación para los chicos en muchos lugares, el dedicarles tiempo para que aprendan. Si el chico va solo, va a llegar un momento en que se va a aburrir y no va a ir más, si total no va nadie para acompañarlo y enseñarle bien las cosas.

COMENTARIOS