¿Cuánto cuesta preparar un auto para competir el Dakar?

¿Cuánto te sale correr en el Dakar?”. La pregunta pega como una puntada. Casi ningún piloto se siente a gusto cuando son consultados sobre los costos que implica participar en el rally más complejo del mundo, que despierta emociones desde 1979, antes en África y ahora en tierras sudamericanas.
A cada rato los protagonistas se encargan de evadir esta pregunta con respuestas que son verdades a medias. En primera instancia hay que aclarar que los valores son estimativos y que si bien existe un piso de gastos, nunca hay un techo.
Lo más económico es competir en cuadriciclo o moto. Igual, no es para nada barato: de arranque hay que poner unos 15 mil euros para inscribirse en la carrera.
En el caso de los autos, el piloto y el copiloto deben abonar 11.000 euros cada uno; mientras que la inscripción del vehículo cuesta 13.300 euros. Si además se quiere llevar un coche de apoyo con un conductor y dos mecánicos, habrá que pagar las tasas de cada uno de ellos (8.700, 10.000 y 12.000 euros, respectivamente).
Esta importante cuota de inscripción para correr el Rally Dakar incluye los siguientes aspectos: el transporte del vehículo en barco (el viaje hasta Buenos Aires y desde Chile hasta Europa), los derechos deportivos, la asistencia médica, la restauración en los campamentos y la comida.
Según comentaron varios pilotos, el gasto de la inscripción apenas representa una parte del presupuesto, ya que a eso se le deben sumar la asistencia mecánica, los transportes, los gastos del visado, los teléfonos satelitales, el combustible y, por supuesto, la compra o el alquiler del vehículo.
De esta manera, un piloto que no pelee el título y quiera competir en moto o “cuadri” necesita al menos unos 80 mil euros para sumarse a esta carrera de aventura. Y de ahí para arriba, hasta números insólitos.
Para competir arriba de un auto, hay que juntar no menos de 250 mil euros. Y para hacerlo arriba de un camión hay que poner cerca de medio millón de euros.
Estos números son válidos para los pilotos amateurs, que son la gran mayoría en esta carrera. Generalmente el objetivo de ellos es culminarla, no ganarla.
Por otra parte están los corredores de prestigio, que trabajan para las grandes marcas. Un par de pilotos argentinos, que prefirieron mantener sus nombres en reserva, remarcaron que para pelear un lugar en el “top five” hay que multiplicar exponencialmente la inversión de sus rivales “amateurs”.
El mendocino Orlando Terranova, que el año pasado fue quinto, habría desembolsado 1,5 millón de dólares en 2013 para competir y convertirse en el primer argentino que gana una etapa en autos.
Quienes se apasionan con esta mítica aventura reconocen que es un desafío hermoso. Pero también muy costoso.