El auto que utilizó Marcilla en el exigente Gran Premio de América del Sur.
El auto que utilizó Marcilla en el exigente Gran Premio de América del Sur.
EL RECUERDO DEL CABALLERO DEL CAMINO

La Buenos Aires-Caracas: la carrera que marcó para siempre la historia de Marcilla

El piloto juninense disputó aquella edición de 1948, que lo consagraría eternamente como el Caballero del Camino. El accidente de Fangio y Urrutia y el papel jugado por el juninense, quien prefirió auxiliar a sus colegas antes que pelear por el título de la peligrosa prueba del Turismo Carretera.

Eusebio Marcilla aceptó, en 1948, el desafío del Gran Premio de la América del Sur del Turismo Carretera, quizás sin saber que se convertiría en uno de los episodios más trascendentes de su historia deportiva. Aquella "Buenos Aires-Caracas", como se la conoció popularmente, consistía en una carrera de 9.576 kilómetros, divididos en 14 etapas, que atravesaba seis países: Argentina, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela.

La prueba pasó a formar parte de la historia del automovilismo como la más larga y peligrosa que haya tenido el Turismo Carretera. No faltaron los accidentes, algunos de ellos muy graves, como el que protagonizaron Juan Manuel Fangio y su acompañante, Daniel Urrutia, quien no sobrevivió. Aquel acontecimiento sacaría a relucir la caballerosidad deportiva del juninense Eusebio Marcilla, quien intervino para auxiliar a sus colegas, para que fueran trasladados a un hospital, en un gesto que automáticamente le restó chances de quedarse con el primer puesto.

En total, se inscribieron 141 autos, la mayoría Ford y Chevrolet, con pilotos de casi todos los países de Sudamérica. Los favoritos eran Fangio (Chevrolet) y Oscar Gálvez (Ford). Algo más atrás en la consideración aparecía el juninense Marcilla, con el número 14 en su Chevrolet.

La carrera comenzó en Buenos Aires, el 20 de octubre de 1948, con una primera etapa de 1.692 kilómetros hasta Salta. La segunda etapa consistió en un tramo más corto, de 380 kilómetros, entre Salta y La Quiaca. La tercera etapa se disputó ya en tierras bolivianas, entre Villazón y Potosí, en un total de 480 kilómetros. La cuarta etapa, de 543 kilómetros, unió a Potosí y La Paz.

La quinta etapa alcanzó los 546 kilómetros, entre La Paz y Arequipa. Siguieron luego los 1.092 kilómetros de la sexta etapa hasta Lima, en territorio peruano. Por entonces, el escenario político convulsionado del Perú llevó a los organizadores a adelantar la partida de la séptima etapa hasta Tumbes, por lo que los pilotos partieron prácticamente sin descanso, con la exigencia de un largo tramo de 1.322 kilómetros, bordeando el océano Pacífico.

En Huanchasco, Fangio perdió el control y terminó volcando. Lo propio le ocurrió a Oscar Gálvez, que viajaba 100 metros detrás. Por el camino pasaron los pilotos Domingo Marimón, Juan Gálvez y Bojanich, quienes no advirtieron las consecuencias del accidente. Sí lo hizo Marcilla, que se detuvo cuando estaba bien posicionado en la competencia. Urrutia murió en el Hospital Obrero de Chocope, mientras que Fangio conseguiría recuperarse.

El sábado 30, se realizó el cruce en barco de 8 horas por el golfo de Guayaquil, y el domingo fue día de descanso. La carrera se reanudó con la octava etapa, en un tramo de 421 kilómetros entre Guayaquil y Quito.

La novena etapa fue de 392 kilómetros entre Quito y Pasto, Colombia. La décima etapa, de 440 kilómetros, unió a Pasto con Cal; la undécima, se desarrolló entre Cali y Bogotá, con 527 kilómetros; la duodécima, de 599 kilómetros, se concretó entre Bogotá y Cúcuta, paso previo al ingreso al territorio venezolano.

La etapa 13 se llevó a cabo entre Cúcuta y Valera, con 484 kilómetros. Finalmente, la última etapa unió a Valera con Caracas, en un recorrido de 677 kilómetros. Marcilla atravesó en el primer lugar la línea de llegada con un tiempo de 118 horas, 49 minutos y 59 segundos. Detrás cruzó Marimón, con 118 horas, 37 minutos y 18 segundos, es decir, 12 minutos menos que el piloto de Junín. 

Oscar Gálvez, el único que podía arrebatarle el primer lugar a Marimón, no llegaba. Había sufrido un despiste poco antes y llegó, finalmente, empujado por un buick particular. Pero, al cruzar la meta, el comisario deportivo le notificó que quedaba descalificado por la ayuda recibida. Así, Marimón se quedó con el primer lugar, mientras que Marcilla, con doce minutos menos en el acumulado, terminó segundo. Aquella diferencia había sido menor al tiempo perdido por Marcilla en asistir a Fangio y Urrutia.

El juninense no ganó la Buenos Aires-Caracas, pero se quedó con un premio mayor: ser consagrado como el Caballero del Camino.

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