Guillermo Ortelli se despidió del TC, tras una extensa trayectoria.
Guillermo Ortelli se despidió del TC, tras una extensa trayectoria.
OPINIÓN

Un grande que el TC va a extrañar

La carrera de Toay, en La Pampa, marcó el retiro de la actividad de un histórico del Turismo Carretera. Seguramente cuando, de aquí en más, se pase revista a quienes animarán algunas de las multitudinarias citas del TC se va a notar que falta algo: la presencia de Guillermo Ortelli, uno de los grandes que ofrecen las páginas más brillantes de nuestro deporte motor.

Los números cantan. El de Salto, bandera de Chevrolet y autor de mil hazañas en todos los escenarios utilizados por la “máxima”, salió campeón siete veces, dos menos que Juan Gálvez, que encabeza la tabla histórica de campeones. Ganó 32 veces y participó en 408 carreras, un récord de participaciones en la rica historia teceista. Con 48 años de edad, el segundo piloto más veterano de los que están en actividad, le dijo adiós a las pistas como piloto aunque seguramente seguirá ligado a las carreras aportando su experiencia desde los boxes. 

El historial marca que se metió en el ruido grande el 11 de septiembre de 1994 como invitado de Fabián Acuña, tripulando un Ford en las “Dos horas de Buenos Aires. Ese día Guillermo debutó y ganó, un privilegio de pocos. Con 21 años arrancó lo que sería una magistral maratón de éxitos tomando parte de la transición que la categoría protagonizó cuando dejó la ruta y pasó definitivamente a los autódromos.

Ortelli es el único piloto actividad que corrió en la ruta. Lo hizo en dos oportunidades en Santa Teresita midiéndose ya desde entonces con otros grandes del automovilismo como Juan María Traverso o Emilio Satriano, por mencionar sólo a dos de todos a los que debió enfrentar. Se midió con aquellos protagonistas de una etapa realmente lejana de nuestro automovilismo, pero también lo hizo, más acá en el tiempo, con otra camada no menos representativa integrada por Matías Rossi, Agustín Canapino, Mariano Wernes y Pechito López, por citar algunos.

En sus 27 años al comando de un Turismo Carretera debió adaptarse a los cambios que propuso la categoría, propias de la renovación que van exigiendo los tiempos. A todos se supo habituar. Siempre estuvo vigente y la pelea por la punta fue una constante.

Sobrio, tremendamente rápido en cualquier trazado, estuvo siempre atento hasta el más mínimo detalle que permitiera mejorar la performance de su máquina.

Tan dedicado que hasta este fin de semana, el de la despedida, lo tuvo muy activo, dando indicaciones y proponiendo soluciones cuando el auto marcaba alguna irregularidad. La peleó, desde la clasificación del sábado, frente a un nutrido lote de participantes con posibilidades ciertas de pelear los primeros lugares. 

Finalmente el ilustre ídolo de Chevrolet se ubicó 14° y se llevó todos los aplausos sacando del centro de la escena a otro representante de la marca, Agustín Canapino, que ganó con autoridad la segunda carrera al hilo de esta temporada. Guillermo Ortelli ha sido para el automovilismo nacional de las últimas tres décadas lo que han representado los Gálvez, Emilliozzi, Eusebio Mansilla y Marcos Ciani, entre otros, para el viejo TC. 

Sus victorias, la lista interminable de hazañas y su vigencia indudablemente lo posicionan como uno de los grandes referentes nacionales del popular deporte de los fierros.

COMENTARIOS