Lewis Hamilton
ENFOQUE

Llegó la hora de la batalla final

¿La definición más dramática de la historia? Puede ser. La guerra entre Hamilton y Verstappen dominó al campeonato de la Fórmula 1 que este fin de semana se apresta a tomar la recta final. Se han hecho de todo en la pista y se han dicho cualquier cosa fuera de ella y a los protagonistas centrales de esta disputa se les han sumado los directores de ambos equipos, los comisarios deportivos y hasta la propia Federación Internacional del Automóvil (FIA).

En definitiva un “todos contra todos” que superó las habituales disputas entre quienes pujan por el cetro más deseado. Toto Wolff y Chrstian Horner, los hombres que desde boxes asumen la tremenda responsabilidad de guiar a sus pilotos a través de la radio, abandonaron esa función y también se subieron al ring en algún momento del año. Todo vale en este capítulo de cierre que está esperando ansioso el mundo del automovilismo y del deporte en general.

Los actores centrales de la refriega llegan a esta instancia, que tendrá por escenario el circuito Yas Marina de Abu Dhabi, con 369,5puntos cada uno. Igualados, como en 1974, cuando el brasileño Emerson Fittipaldi (McLaren) y el suizo Clay Regazzoni (Ferrari) llegaron a la instancia definitiva con 52 unidades. Esa vez dirimieron el campeonato en el Gran Premio de Estados Unidos y el sudamericano se quedó con el halago mayor al terminar cuarto en la carrera. Claro que hay diferencias entre una y otra definición. Aquella fue peleada, pero dentro de los canales normales de una puja fierro a fondo. La de ahora se viene desarrollando en medio de una guerra de “autazos”, toques extremadamente riesgosos y cruces de alta tensión a la hora de las declaraciones públicas.

Temporada inolvidable, fanáticos de parabienes y el temor latente que provoca la actitud de dos grandes pilotos decididos a todo. Max y Lewis le pusieron su sello a la temporada que llega a su fin: estarán frente a frente, el joven soberbio y talentoso al que nada le importa con tal de ser el número 1 con el experimentado que va por su octavo campeonato, tal como han definido a este verdadero clásico automovilístico.

Se han dicho de todo. Hamilton al bajarse de su Mercedes Benz en alguno de los cruces picantes con el de Red Bull, gritó enojado: “Me enfrenté a muchos pilotos en mis 28 años de carrera, me crucé con muchos personajes, pero algunos sobrepasan los límites, no aplican las reglas. Él ha sobrepasado los límites, seguro. Tuve que evitar accidentes muchas veces con este tipo”. A él no le importaba si no terminábamos la carrera, pero a mí sí”, atacaba furioso.

El contrataque de Verstappen no tardó mucho: “Pasaron cosas con las que no estoy de acuerdo, pero es lo que es. Yo lo quería dejar pasar y él no me quería adelantar. Y nos tocamos. Me dijeron que debía devolver la posición y cuando escuché eso por la radio me tiré a la derecha, mostrándole que me iba a mover. Frené, bajé cambios y se quedó detrás mío y me pegó”. Un cruce de los tantos marcó una escenografía diferente durante casi todo este 2021.

Los equipos que cobijan a los dos postulantes a la corona no se quedaron atrás a la hora de las disputas. Red Bull y Mercedes llevaron la rivalidad deportiva a una catarata de críticas permanente. Un vale todo sin pruebas con la finalidad prioritaria de sembrar dudas. El último episodio, recuerdan quienes han estado detrás del tema, fue cuando la escudería austríaca cuestionó la legalidad reglamentaria del ala trasera del W12. Tanto que Verstappen tocó una de ellas de un Mercedes en San Pablo y lo multaron en 50 mil euros. Básicamente, alegan que es más flexible. Sin embargo, no se ha descubierto infracción alguna. Abu Dhabi marcará el final de una contienda atrapante. Ya no queda tiempo para más. Ahora deberán hablar hombres y máquinas. Pero en la pista y, esperemos, en condiciones normales.

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