Lo repudiable del final del cotejo

Cuando el árbitro Pablo Díaz decretó el final del encuentro de Sarmiento con Crucero del Norte, aproximadamente cuarenta simpatizantes invadieron el campo de juego en búsqueda de camisetas (léase “trofeos” para ellos) luego de romper el alambrado en más de un sector.
Lo sorprendente fue el déficit que presentó el operativo policial en ese aspecto porque no estuvieron atentos para impedir esas roturas y tampoco para detener el ingreso de los aficionados. Recién actuaron y los hicieron salir por el mismo sector que ingresaron cuando llegaron cerca o algunos lograron tener contacto con los futbolistas.