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LIBERTADORES 2008

Sacrificio y emoción

Con una fantástica actuación de Palacio, Boca se lo dio vuelta dos veces a Colo Colo con uno menos y ahora comparte la punta del Grupo 3 con Atlas. Palermo, Gracián, Palacio y Cardozo convirtieron para el local. Biscayzacú (2) y Moya para el Cacique.

El sacrificio fue mayor. Las circunstancias fueron desfavorables durante gran parte partido. Y por eso, la emoción del final. A lo Boca, a lo campeón, dio vuelta un partido increíble. Contra los errores arbitrales, contra el cansancio, con un jugador menos, con un penal errado, terminó festejando igual un tremendo 4-2 ante Colo Colo que le permite seguir bien arriba en la pelea del Grupo 3 de la Libertadores.
La línea defensiva de Colo Colo se mostró muy nerviosa en los primeros minutos. Encima, el mediocampo chileno, que jugó muy en línea, no hacía pie. Por eso, a medida que fueron entrando en ritmo, Palermo, Palacio, bien acompañados por Ibarra y Monzón, llevaron peligro al arco de Muñoz. El mejor argumento ofensivo del equipo de Ischia fue el ensanchamiento de la cancha a través de la buena tarea de sus laterales. Tras un centro de la izquierda, Vargas quedó mano a mano con el arquero y reventó el palo. Unos minutos después, otra jugada surgida en el lateral, Palacio tuvo una inmejorable chance que tiró por arriba.
Pero este buen comienzo sufrió un quiebre a los 22 minutos con la exagerada expulsión de Monzón. La defensa de Boca pasó a jugar con tres y nunca se acomodó a ese esquema. A partir de allí, cada contra de Colo Colo fue un peligro mortal para el xeneize. Así, dos minutos después, Biscayzacú apareció solo justamente por el sector en que debía estar Monzón y marcó el 1-0 con una buena definición ante Caranta.
Boca no cambió de mentalidad. Siguió presionando arriba (pese a sufrir atrás) y casi encuentra el empate tras un dudoso penal (Amarilla compensó) que Palermo tiró afuera. Pero el Loco no se desanimó y un minuto después encontró el gol que tanto había buscado. Nació, nuevamente, con un centro de la izquierda. El Loco le dio de volea, Muñoz tapó, pero no retuvo y el rebote le quedó al delantero que definió de palomita.
Boca siguió atacando (¿error?), cada vez con menos claridad y continuó desprotegiéndose en el fondo. En otro ataque punzante Sanhueza le ganó las espaldas a los centrales, tocó ante la salida de Caranta y Biscayzacú, en posible posición adelantada, empujó a la red y le devolvió la ventaja al Cacique.
El segundo tiempo de Boca, fue a puro corazón. El sacrificio de los jugadores (cansados por tantos partidos) no tuvo límites. Un golazo de Gracián (de buen partido) con apenas cuatro minutos dejó al equipo de Ischia con un punto que a esa altura, no parecía tan malo. Pero fue por más.
El líder de la remontada fue Palacio. Había jugado un gran primer tiempo, pero el segundo fue sencillamente genial. Y lo decoró con un golazo que dejó a Boca de cara al triunfo. Neri Cardozo puso el 4-2 sobre el cierre, pero Moya extendió el suspenso hasta el final. Porque si no tenía suspenso, no era un triunfo a lo Boca.

De Uruguay

Ganó Danubio y se festejó en la otra orilla del Río de la Plata. Es que el triunfo de los uruguayos ante Deportivo Cuenca de Ecuador por 2-0 mantuvo a Estudiantes en el primer lugar del Grupo 2 y a Lanús segundo. Por ahora, los dos se están clasificando a los octavos de final de la Copa Libertadores, aunque todavía deberán enfrentarse entre sí.

Al final, el Negro Ibarra pegó la vuelta

Ahora sí, el Negro pudo. Luego de una larga espera, Hugo Ibarra volvió a decir presente ayer por segunda vez en el año. ¿Cómo se lo vio? Confiado para aportar sus habituales trepadas en el ataque y seguro para cerrar espacios en el fondo, pese a que Boca contó con un hombre menos en gran parte del partido.
Ibarra tuvo un 2008 con sobresaltos. Allá por el 19 de enero, sufrió una lesión en los meniscos ante San Lorenzo en un amistoso de verano. "Me voy a recuperar para la segunda fecha", pronosticó horas más tarde de salir del quirófano. Y el hombre cumplió con su palabra. Un mes después, regresó contra Argentinos y, con uno de sus desbordes por la derecha, fue el autor intelectual de un gol marcado por Palermo.
Sin embargo, la alegría le duró muy poco a Ibarra. Desde ese momento nunca pudo volver a jugar. En el comienzo de cada semana pareció estar a disposición de Ischia, pero las molestias en la rodilla no le permitían regresar.
Hasta que anoche pudo disfrutar su ansiada vuelta. Y lo hizo en una noche de Copa. Esas que tanto dice disfrutar el lateral derecho, que se consagró campeón cuatro veces de la Libertadores. Y ahora, después de este retorno con un triunfo incluido, apunta a la quinta conquista de América.

Ischia lo vio desde un palco preferencial

Esta vez, Carlos Ischia no pudo asomar desde el vestuario, enfilar al banco de suplentes y repartir indicaciones a sus jugadores desde el costado. Todo lo contrario. El DT de Boca miró el partido desde uno de los palcos preferenciales de la Bombonera, ya que la semana pasada había sido expulsado en Chile tras la lesión de Juan Román Riquelme.
A través de un teléfono celular, Ischia se mantuvo en contacto en todo momento con su ayudante Ángel Celoria. Y desde el palco, donde fue acompañado por el dirigente José Beraldi, también cuestionó la injusta expulsión de Fabián Monzón en el primer tiempo.


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