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FÚTBOL

Gualterio Foschiatti: un alemán suelto en la ciudad

Jugó en River Plate, en los años dorados de la Liga Deportiva del Oeste, donde las canchas estaban con los hinchas de bote a bote. Estuvo en Rivadavia (J) y llegó a probarse en Argentinos Juniors donde no lo acompañó la suerte.

“Yo no sé de donde salió la versión en Junín que yo había nacido en un barco de bandera alemana… Sí,  yo nací en Alemania en 1944, plena Segunda Guerra Mundial. Soy hijo de padre italiano y madre alemana. Vinimos a la Argentina  en el año 1950 después de la Guerra. De los dos a los seis años me fui a vivir a la casa paterna en Italia.

En realidad yo soy Walter, pero en esa época no se permitía en la Argentina el nombre extranjero. Cuando mis padres debieron elegir el nombre ingresando a este país me pusieron Gualterio.

Nosotros llegamos a la Argentina un 8 de julio y paramos cerca de la plaza principal en Buenos Aires. Al otro día, 9 de Julio, fiesta patria comenzaron a tirar bombas de estruendo desde temprano. A mi vieja se le pintó la guerra en la cara y se quería volver a toda costa, no había forma de tenerla.

Mi padre trabajó toda su vida en el Transporte Spacapán y se había venido un año antes a Junín, en 1949. Después pudo traer la familia acá y así nos radicamos. Inicialmente vivimos en calle Francia y Chile –que era la casa del peluquero Antonio Abraham- cuando eran las calles de tierra. Íbamos a jugar al puente de calle Alsina cuando llovía y tirábamos los barquitos para ir corriendo a Benito de Miguel a ver cual llegaba primero y ganaba. Ese era nuestro divertimento en aquellos tiempos.

Después me fui a vivir a calle Belgrano donde estuve toda la vida a la vuelta del Hospital Regional. Con el tiempo me vine al barrio del Obelisco”.


El fútbol


“Comenzamos a jugar papi fútbol que se llamaba 9 de Julio y lo dirigía Gualdino Urquiza, un prócer de esa época. Dirigía el papi fútbol, la primera de River, etc. Salimos campeones en un torneo que se hizo en B.A.P. y nos llevó a todos a River Plate.

En el año 1957 sacamos la primera sexta división campeona de River Plate. Después seguimos todos juntos en las inferiores.  Estaban Rubén D´ortona, el hijo de José Urquiza, Jorge Cieri, Darito Urquiza que llegó a la primera de River y jugó en Mendoza a nivel profesional.

Yo jugué toda mi vida en River, salvo en el año 1969 que me compró Rivadavia de Junín.

En River tuve la suerte de compartir dos camadas. Una la que fue campeona en 1958-59  y haber visto jugar a Horacio Molina, Omar Valdés, Mario Porato, Ciarapica, y al toque tuve la posibilidad de jugar con algunos de ellos. Por ejemplo con Pinocho Ciarapica que para mí fue dentro de la cancha como mi viejo. Después salimos campeones en el año 1970. Verlos jugar daba gusto. Pastorino, Molina, el Negro Contreras, ídolos totales”.


En Argentinos Juniors


“En el año 1963 fuimos con Pucho Banegas a probarnos a Argentinos Juniors. Ya me quedaba y en la última práctica  un sábado a la tarde con la tercera ante Estudiantes me quebré la tibia y el peroné. Tenía diecinueve años y le bajé el telón al fútbol profesional.

Ricardo Ulrich se portó muy bien porque me hicieron atender allá. Pero cuando el médico salió al hall y me dijo tibia y peroné quebrados me quería morir.

Me había ido bien. Estuve tres meses de pretemporada. A la mañana practicaba con la primera y a la tarde con la reserva”.


En Rivadavia


“Pasé un año fabuloso en Rivadavia con jugadores de primera línea que eran más grandes que yo. Inclusive jugué con Félix Tobalina que para mí fue el ídolo local. Con Marcelo Jorge, Iturbide, Chaparro, un equipazo en 1969.

Después volví a River y salimos campeones en 1970. Acá agarré una camada nueva de jugadores donde empezaba Omar Atondo, Alfredo Caicedo, el Canario Gracia, el Pato Urquiza, y ensamblábamos  los que dejaban con los que entraban. Salimos campeones. Atajaba Mario Porato.

Oscar Orsi, el Rolo Aguilar, Edgardo D´Anunzio, el mismo Porato, un grupo de jugadores que la veníamos cinchando siempre encajamos justo con la nueva generación.

Además teníamos un técnico que fue un adelantado para la época como Omar Valdés. Motivador, muy táctico y técnico. Estuvo cuatro años con nosotros y volábamos en la cancha”.


En la selección


“En 1963 también integré la selección de Junín. Hice toda la pretemporada en verano, tres meses. Jorge García era el técnico. Jugamos cuadrangulares por la zona apuntando al campeonato Argentino que empezaba en marzo.

El primer partido nos toca arrancar la eliminatoria ante Salto. Yo le entrego el documento a Marcaida que era el representante de la Liga Deportiva del Oeste.  Se lo lleva al referee y vuelve de raje. Me dice: Walter, vos sos alemán no podés jugar. Me quise morir. No me dejaron jugar y yo no tenía la ciudadanía. El lunes en los diarios era la noticia del día”.


Nunca volví a Alemania


“Nunca volví a Alemania, pero por cuestiones de idioma no por otra cosa. Hubo mil motivos para haber ido, pero no. Inclusive mi hijo más chico que fue campeón con River estuvo allá y me podía haber ido con él. Mis tías vinieron acá, mis viejos fueron allá, pero yo no.

Me trabó el idioma. Arranqué de chico acá con el idioma argentino y no le pude agarrar más la mano al alemán”.


Diferencia de fútbol


“A mí mucho comparar las épocas no me gusta. Yo no tuve vestuario a nivel profesional. Pero antes éramos más completos. En cada equipo de Junín hoy te puedo decir siete jugadores de aquella época.  Antes se compartía más el tiempo juntos. Había más unión, más sacrificio interno por el equipo. Yo comparo la época que mi hijo salió campeón con River en el 2000 y noto que cuesta más unir el grupo.

Antes éramos 10 jugadores que jugábamos 10 años juntos, había otro tipo de respeto, de motivación entre nosotros.  En cada equipo había un ramillete de jugadores que sobresalían siempre.  Hoy el fútbol amateur es más físico, atlético, no se puede comparar con el de antes.

Yo tuve la suerte de ver  jugar a Taqueta Barrionuevo  y había gente que iba a la cancha solamente para verlo a él. Hoy cuesta encontrar figuras en un equipo. Las canchas se llenaban, todas. Dos o tres filas de personas  alrededor de la cancha. Iban a ver la cuarta que te motivaba un montón. Hoy cómo motivás a los chicos si terminan las inferiores y no queda nadie en la cancha. Es difícil atrapar la gente.


La selección


“ Me gusta el técnico Sabella. En líneas generales lo armó bien. No hay que darle más vuelta. No tengo dudas que tenemos al as de espadas. Tenemos una ventaja pero debe recibir juego. Dependemos de un par de jugadores, pero va a andar. Del medio para arriba está muy bien y atrás es todo una sorpresa”. 

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