Jorge Newbery volvió a ganar y se clasificó

Newbery se quedó con un justo triunfo en la tarde de ayer y Villa Belgrano se terminó por lamentar las varias ocasiones desperdiciadas en el cotejo de ida donde terminó por perder por uno a cero.
Fue un primer tiempo con pocas situaciones de gol y el cero a cero le quedaba bien al cabo del mismo.
Villa Belgrano tuvo la pelota por momentos, pero no generó casi jugadas de peligro y la única para rescatar fue un remate de Leandro Milla sobre el travesaño.
El elenco villista sintió la ausencia de Germán Milla y no supo quebrar esas dos líneas de cuatro que le plantó Jorge Newbery. La forma era hacerlo por afuera, pero lo hizo muy escasamente.
Jorge Newbery sabía que tenía la ventaja de un gol conquistado hace siete días atrás y su técnico pro-gramó el partido de una manera que le hizo mucho más difícil encontrar a Villa Belgrano los espacios para llegar con tanta asiduidad como lo había hecho en el partido de ida.
El segundo período tuvo un montón de condimentos. Villa tenía que echar el resto. Por lo menos marcar un tanto para ir a los penales y lo convirtió en el minuto nueve adelantándose unos metros en el terreno. Una pelota que Milla le metió a Ríos en profundidad y éste le pegó como venía para decretar el uno a cero tomándose revancha de la oportunidad que desaprovechó al comienzo de la etapa.
Newbery no se desesperó y dos minutos después llegó a la igualdad. Un centro al área, rechazo de la defensa de Villa y Héctor «Cacho» Reyes le pegó de zurda -su pierna menos hábil- y marcó el empate. Un golazo.
Fue un baldazo de agua fría para Villa Belgrano. De ahí en más vinieron los cambios. Fue en búsqueda del arco rival, lo hizo en varios pasajes en forma desordenada y dejó espacios que fueron aprovechados por Newbery.
El técnico Hugo López lo sacó a Casco y lo metió a Piegari para reforzar la recuperación de la pelota y lo mandó a Durán como media punta para darle el cambio de ritmo necesario. Esto le dio resultado, con varias ocasiones de gol y, a los treinta y cinco minutos, un balón que Reyes le metió a Manuale, el centro a media altura y Durán convirtió de «palomita».