Emoción hasta el final: Boca - Tigre

Boca llegaba al fuerte de Victoria dispuesto a ser un equipo inalterable por los nervios, la presión y el fragor estridente proporcionado por la multitud que iba a ponerle su voz al sueño (aunque ni el soñador más optimista y demente hubiera alucinado con un Tigre que le gane a Boca y salga campeón) en las tribunas que estarían y estuvieron colmadas. El contexto invitaba a aterrarse. Aunque, siendo más precisos, la verdadera razón causante de temor es la contextura del Tigre de Diego Cagna. Fornido, perseverante, trabajador hasta el hartazgo. El rendimiento del Matador exige una toma de recaudos de parte del rival. De hecho, como local en su estadio de Guido Spano y Perón, el Azulgrana del norte sólo cayó frente a Colón. Los otros dos partidos en los que no sumó fueron ante Independiente y Lanús. Desde el comienzo, Boca se plantó con decisión y golpeó rápido con una de las pocas fórmulas que le siguen dando resultados: centro y gol de Palermo. En este caso, el envío fue de Álvaro González, Morero falló en el despeje y Palacio se la bajó a Palermo para que el goleador incansable despabile a la red.
El gol no modificó los decibeles del partido. Sin embargo, Boca era el que dominaba la posesión del balón y Tigre el que presionaba insistentemente como una mosca hambrienta alrededor de un flan con dulce de leche. Así estaban dadas las cosas en un partido cargado de emotividad y de baja calidad. Con la mínima diferencia se fueron al entretiempo y reanudaron la segunda parte sin cambios de apellidos ni estructura. Si algo caracteriza a Tigre es que no claudica ante la adversidad. Y Boca, pese a tener una diferencia a su favor, poco a poco comenzó a desmoronarse. Como frente a Arsenal, las aproximaciones de Tigre fueron cada vez más frecuentes. Se veía venir el empate. Boca estaba replegado en defensa preso de su agotamiento físico y su desgaste mental y Tigre, con los colmillos a la vista como un depredador enardecido.
Las serias, muy serias deficiencias defensivas de Boca –más en las alturas– contra las ostensibles virtudes de Tigre por esa vía, formaban un cóctel de resultados previsibles: apareció Lázzaro y 1-1. Sólo eso bastó para desmoralizar a un Boca, a esa altura, muy apichonado. Seis minutos después, en una jugada tan sencilla como útil, Morel (volvió a reemplazar a Néstor Ayala y nuevamente convirtió) cruzó su zurdazo y batió a un Caranta desprotegido. Faltaban 15. Tiempo suficiente para más emociones. De Boca no podía esperarse más que alguna injusta aparición de una de sus individualidades. Tigre fue un aluvión (de no ser por el inexpugnable Caranta, la derrota hubiera sido peor) y siguió mordiendo con la misma fiereza que lo representa. Fue muy clara la diferencia de carácter y actitud de uno y otro equipo. Boca terminó abatido y vulnerado a merced de un castigo mayor. Y Tigre delirando y fortificando un sueño cada vez más coherente y concretable.

Tigre 2
Islas; Morero, Juan Blengio, Ferrero; Galmarini, Castaño, Román Martínez, Sebastián Rusculleda; Martín Morel; Sebastián Ereros y Leandro Lázzaro.
DT: Diego Cagna.

Boca 1
Caranta; Hugo Ibarra, Jonatan Maidana, Morel Rodríguez, Krupoviesa; Battaglia, Álvaro González, Ever Banega, Vargas; Palacio y Martín Palermo.
DT: Miguel Ángel Russo.

GOLES: PT 8m. Palermo (B). ST 25m. Lázzaro (T) y 31m. Morel (T).
CAMBIOS: ST16m. Matías Giménez por Rusculleda (T), 27m. Ledesma por Banega (B), 33m. Bertolo por González (B), 33m. Bueno por Vargas, 35m. Paparatto por Morel, 43m. Nicolás Torres por Martínez.
AMONESTADOS: Morero, Morel y Galmarini (T). Ibarra, Krupoviesa, Vargas y Palacio (B)
ÁRBITRO: G. Bassi.
ESTADIO: Tigre.

EL RESUMEN
La figura: Martín Morel. Al igual que frente a Central, el mediocampista ingresó reemplazando al paraguayo Néstor Ayala y volvió a marcar un gol trascendental.

La clave I: Tigre asumió el golpe del gol de Boca con entereza y nunca claudicó ante la adversidad. Tuvo una actitud memorable y el fervor de su gente fue gravitante.

La clave II: Tigre ganó por virtudes propias pero también por deficiencias de su rival. Boca fue un equipo vulnerable y sólo Mauricio Caranta brindó seguridad en defensa.

El dato: Con la victoria sobre Boca, Tigre sumó 34 puntos y se
convirtió en el mejor equipo recién ascendido en torneos cortos. Superó al Quilmes de Gustavo Alfaro.

EN MI OPINION
"Estamos a un pasito nada más. Esto quiero dedicárselo a toda mi familia que me bancó en las buenas y en las malas". Juan Carlos Blengio

"Fue el gol más importante de mi vida. Esperemos poder llegar a un desempate, no queremos dejar pasar esta chance". Martín Morel

EN NUMEROS
2 Caídas concecutivas sufrió Boca (ante Arsenal y Tigre). Antes había perdido con Argentinos, Colón, Newell's y River.

1 Los partidos que Tigre perdió jugando en el Monumental de Victoria. Sólo fue frente a Colón, en la 4ª fecha, por 2-0. Antes había sido derrotado como local contra Independiente (pero haciendo de anfitrión en Vélez) y de visitante ante Lanús, en el Sur.

Riquelme
Juan Román Riquelme selló su reincorporación a Boca hasta 2010 (cuando finalice su contrato quedará en su poder), teniendo en cuenta que el último año lo jugará gratis. "El pase está absolutamente resuelto y ahora solamente queda por delante resolver lo del Mundial de Clubes", confirmó anoche el dirigente Xeneize Juan Carlos Crespi. Toyota pondría dinero para que ello ocurra.