Para ir a cuartos, Argentina se ve con Brasil y Magnano

La Generación Dorada del básquet argentino irá esta tarde por el boleto a los cuartos de final del Mundial ante su clásico rival, Brasil, ahora dirigido por el cordobés Rubén Magnano, que llevó a esta camada a la consagración olímpica. Será la quinta vez en que estos clásicos rivales se vean la cara en Mundiales y la ventaja es para la Argentina por 3 a 1, ya que ganó 40-35 en Argentina 1950, 86-76 en Grecia 1998 y 78-67 en Indianápolis 2002. Los brasileños vencieron 74-66 en Montevideo 1967. El historial total de las competencias oficiales de FIBA lo lidera Brasil por 33 a 30.
Será un partido especial, ya que la Selección se enfrentará a un equipo dirigido por Magnano, que fue el que la condujo en las conquistas más épicas de este grupo (subcampeón mundial en Indianápolis 2002 y medalla de oro olímpica en Atenas 2004). Además, el duelo resultará vital para ambos seleccionados. El que gane seguirá en carrera en pos de lograr alguna medalla, mientras que el que pierda se irá a casa.
El principal objetivo para Sergio Hernández es lograr que Fabricio Oberto, que se perdió cuatro partidos por una gastroenteritis, recupere su mejor forma posible. Dirigido por Magnano, cuyo asistente es el también argentino Fernando Duró, el cuerpo técnico de Brasil sabe cómo contrarrestar el poderío de Argentina, considerada como el mejor equipo según la FIBA, pero que en Turquía no pudo desplegar un juego convincente.
Una defensa zonal podría complicar a la Argentina, dado que la escasa puntería perimetral (40/115, un 35%) le generaría inconvenientes, como se notó en la única derrota de la primera fase ante Serbia (82-84). "Será especial, obviamente, pero no debo preocuparme tanto por Rubén Magnano como por Leandrinho o Marcelo Huertas. Y él debe estar preocupándose también por Luis Scola o Carlos Delfino", resumió Hernández.