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SE VIENE EL ESTALLIDO

A sólo cuatro días para el choque decisivo contra Perú, Maradona encendió una bomba y puso en duda su continuidad en la Selección. Otra vez criticó a Bilardo y lo culpó por el desgarro de Zabaleta.

Sus 21 años como jugador estuvieron dominados por la fascinación. Cada vez que se vestía de mago futbolero, la vara su botín izquierdo impresionaba con sus trucos. Asombraba aquí y allá. En todas partes. Esa sorpresa, sin embargo, mutó en desconcierto en su versión de entrenador. Resultan extrañas sus decisiones. Y, sobre todo, sus actitudes cuando la Selección tiene en riesgo su viaje al Mundial de Sudáfrica. Ayer, Diego Maradona puso en suspenso su continuidad tras las Eliminatorias. Furioso por el desgarro de Pablo Zabaleta, abrió un nuevo capítulo de su enfrentamiento con el manager Carlos Bilardo. Y dejó en claro que el presidente de la AFA, Julio Grondona, tendrá que aceptar sus condiciones.
La pirotecnia verbal de Maradona estalló después del ensayo de fútbol reducido en el predio de Ezeiza. Su encendido, en realidad, había ocurrido días atrás, cuando el DT le pidió al “Narigón” que viajara a tierra británica para pedir que Tévez y Zabaleta no jugaran el lunes en la Premier League. Pero Bilardo no sacó pasajes para reunirse con los dueños de Manchester City. Y el lateral, se sabe, sufrió un desgarro en el muslo izquierdo, cuando restaba un minuto para el final del partido frente a Aston Villa. Maradona explotó al conocer la mala nueva y las esquirlas dieron de lleno en el cuerpo de Bilardo.
"Se nos escapó otra vez la tortuga. Alguien tiene que viajar, pedirlos y traerlos. Nosotros tenemos dos partidos terribles y Manchester City tiene 100 puntos para jugar", lanzó Maradona. La frase dio continuidad a su mala relación con Bilardo. "No me gustan las listas anticipadas", se quejó hace una semana, molesto por el protagonismo del “Narigón” en las citaciones para el amistoso contra Ghana. Al parecer, el manager del seleccionado habría sugerido ciertos nombres, cuando el “Diez” estaba en un spa de Italia.
En tono fastidiado, Maradona le puso signos de incógnitas a su futuro como técnico de la Argentina. "Mi compromiso es con los muchachos, haberle dicho que sí a Grondona, cuando me convocó a su casa para dirigir a la Selección, fue algo muy lindo. Pero después vinieron cosas que no me gustaron y las hablaremos después. Si sigo, será con mis condiciones", planteó el “Diez”. Desde su entorno, dicen que insistirá con la llegada de Oscar Ruggeri a su cuerpo técnico y la salida de Bilardo, designado por Grondona para aconsejar al “Diez” en su nueva función.
Todo, a sólo cuatro días del choque ante Perú en el Monumental. Un choque en el que la Argentina comenzará a decidir si se acerca al avión a Sudáfrica. O, definitivamente, se queda frustrada con su pasaje en la mano.