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Jorge y su esposa, María Nieves Oltra.
FUE TITULAR DEL VERDIRROJO DURANTE DOS PERÍODOS

Pesar por la muerte de Jorge Thefs, ex presidente de Ciclista Juninense

Fue una persona honesta y comprometida, con valores irrenunciables que ratificaba día a día. Trabajó muchos años en el Colegio Marianista.

Con la misma reserva y privacidad que aplicó a una vida caracterizada por el esfuerzo, el sacrificio y la dignidad, con escasísima exposición pública, más allá de lo laboral y familiar, Jorge José Alfredo Thefs fue sepultado ayer al mediodía en el cementerio Parque Rosedal. Tenía 91 años.
Los familiares de Jorge eligieron así una despedida de extrema sencillez y austeridad, acorde con la conducta de mesura y calidez que exhibió el extinto al cabo de toda una vida. Thefs, ferroviario, culto, educado, amante del deporte, hombre puntilloso y de costumbres inalterables, quedará en el recuerdo de las varias generaciones que lo trataron y conocieron de cerca.
En el plano deportivo, tuvo un extenso romance con el Club Ciclista, acentuado por su cercanía al estadio (vivía pegado al ingreso principal del Coliseo del Boulevard). Integró numerosas comisiones directivas y fue uno más de las decenas de voluntarios que acarrearon baldes y cucharas para la construcción de la tribuna de cemento, allá por noviembre de 1952. Dieciocho años después, en 1970, presidió la institución verdirroja, siendo reelegido por otro período en 1971. Antes y luego de otro gran dirigente del club: Armando Mascetti.
Tras su jubilación en los talleres locales del ferrocarril San Martín, lugar en el que se desempeñó con singular acierto por su capacidad e inteligencia, ingresó a la administración del Colegio Marianista. Allí, rápidamente, se puso de relieve en estado puro su agradable disposición, transformándose en una persona dúctil, generosa y comprometida con el quehacer educativo, al que le brindó sus mejores años. 
Logró algo que sólo los elegidos consiguen: el cariño de niños y adolescentes. En una revista que editó el colegio en 1997, puede leerse la siguiente dedicatoria: “Jorge Thefs es una de las personas más queridas del colegio. Nunca dice que no a nada. Atiende todo tipo de pedido, siempre con respeto y buen humor. Tiene buena relación con grandes y chicos. Es el primero en llegar y el último en retirarse. Es recepcionista, telefonista, mandadero y hasta compañero. Cuando los medios de comunicación no le alcanzan, utiliza un silbato al mejor estilo de Javier Castrilli. Maneja las relaciones quedando bien con todos, aunque sin renegar de sus principios, arriesgándose, a veces, a recibir un tirón de orejas. Jorgito es la persona más popular y querida del colegio”.
Sin duda, es un momento de luto para estudiantes, maestros, profesores y también para aquellos que fueron sus compañeros. Jorge se caracterizó por ser un maestro sin título, que hacía pasar la sensibilidad y la sabiduría callejera por el cuerpo, entregándose a la noble función que cumplía, como un hombre verdaderamente comprometido con la educación.
Estaba casado con el amor de toda su vida, María Nieves Oltra. El matrimonio tuvo tres hijos: Jorge José Alfredo, Sergio José y María Cristina, quienes le regalaron siete nietos, Ana Victoria, Federico José, Bernardo Germán, Jorge, Paula, Elvira y Juliana Gabriela, y dos bisnietos, Nicolás y Victoria.
Cuando una persona especial se muere, es lugar común decir que siempre será recordado. Es lugar común, es casi una frase hecha, pero suele ser cierto. Jorge Thefs seguirá siendo evocado por lo mucho que dejó. Pero sobre todo, seguirá vivo por un legado intangible, el de un tipo sencillo. 
El de un tipo que repartía consejos a los más jóvenes, pero a los que trataba de igual a igual y a los asistía en cuanto podía. El de un hombre fundamental, que ayudó a construir un pedacito importante de largas franjas educativas del Colegio Marianista. Una pena enorme, porque como grande que era, no hacía falta la muerte para consumar ninguna reivindicación.

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