"Pirulo", como era conocido en el ambiente basquetbolístico, fue entrenador de las divisiones formativas del club Los Indios en la década del `70 y parte de los ´80 dedicándose con ahínco a su tarea y dándole muchas horas de su quehacer cotidiano. Fue muy querido por el afecto y la calidad humana que entregó a sus dirigidos.
También tuvo un paso fugaz como árbitro de mini-básquetbol.
Alfredo Di Cienzo se desempeñó hasta sus últimos días como gremialista de la Asociación Judicial Bonaerense, representando a los trabajadores de los tribunales juninenses.
La despedida de un gran amigo
Hoy cuando me llamaron para contarme que ya no estabas entre nosotros, lo primero que vino a mi memoria fue esa noche, muy lejana ya, yo tenía 12 años, en el Club Los Indios, que jugamos la final de mini contra Alsina de Viamonte y vos estabas ahí junto a nosotros alentándonos a muerte. Y esa primera vuelta Olímpica la di con vos, que ya eras un tipo "grande" y salimos a la calle a festejar dando la vuelta a la manzana y vos estabas conmigo abrazado, viviendo lo más hermoso que existía para vos... "El Canario Campeón".
Y después fuimos creciendo y "el Piru", como te llamábamos, nunca nos dejó, siempre con nosotros, siempre mostrando esa imagen de tipo bueno que nos hacía reir a cada momento, que nos tapaba a gritos... Los gritos de "Pirulo", que la gente de afuera no entedía y que nosotros provocábamos a propósito, porque en el fondo sabíamos que eras un dulce, un tipo tan cálido, alguien a quien queríamos a rabiar.
Y llegaron los encuentros de mini y los viajes y tu compañía ... Los viajes en tren a Bs. As., vos en una punta del bagón y yo en la otra, para cuidar a nuestros chicos. Y tus imitaciones al cura en la punta de la mesa...y mil historias más...
Hoy fuimos a despedirte y estaban todos, es que dejaste una marca imborrable en cada uno, porque vos no tenías enemigos, y todos tus alumnos y discípulos nos juntamos para llorar tu pérdida. Seguro que a la cancha a donde te fuiste ya estarás abrazado con una personita...
Y eso "Piru" es lo que más me tranquiliza, saber que estás en compañía de ella.
Chau hermano... hasta siempre.
RAul Scaglione
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