Un informe dado a conocer la última semana por la entidad Consumidores Libres indica que los productos de la canasta escolar tuvieron un aumento del 27 % por ciento respecto al año 2015. Y que ese porcentaje se eleva al 30% si se consideran casos puntuales como el de las mochilas y hasta el 63% en el caso de, por ejemplo, productos específicos como los sacapuntas metálicos.
Según los datos reunidos por la entidad, si en 2014 la canasta escolar tuvo un costo promedio de 911 pesos, en 2015 cuesta $ 1.158.
A una conclusión similar llegan en el Centro de Educación al Consumidor (CEC). Su presidente, Susana Andrada, estimó en el orden del 30% promedio los aumentos en la canasta escolar.
Mochilas, textos y uniformes son los tres renglones más caros de la canasta escolar y dio una serie de sugerencias para comprar mejor y amortiguar el impacto de los aumentos.
En tanto y según el informe difundido por Consumidores Libres, los aumentos interanuales más pronunciados se registraron en artículos como los sacapuntas metálicos (63,64%), las reglas standard de 20 centímetros (60,71%), las tijeras escolares económicas plásticas (57%) y las témperas (70%).
En las librerías lo que se nota es un interés de los consumidores por adelantar las compras, algo que se viene acentuando en los últimos años y a lo que ayuda bastante la modalidad incorporada por muchas escuelas privadas, de entregar en diciembre la lista de pedido. Ese factor, sumado al peso de la moda y las licencias en el mercado de los útiles escolares hacen que algunos de los productos de la canasta sean concebidos como regalos y se adelante su compra al punto de que algunos padres y abuelos los regalan para las fiestas.
“Una ventaja que tiene el padre que debe afrontar el costo de la canasta escolar es que se trata de artículos que se venden en muchas bocas de expendio, desde maxikioscos a supermercados y librerías. Se estima que en la Argentina hay más de 10.000 comercios para elegir dónde comprar y buscar ofertas”, dice Andrada.
Entre los precios se pueden encontrar lápices por entre $ 1,50 y 7 (el rango incluye desde uno común a uno especial de dibujo); gomas por entre $ 2 y 6; blocks de hojas A 4 por alrededor de $ 16; carpetas por entre $ 23 y 38 y cuadernos por entre $ 24 y 45.
En el caso de las mochilas, el rango es muy amplio y abarca desde algunas que rondan los $ 150 a otras que alcanzan los 1.500.
Reciclar y buscar ofertas
El representante legal de Consumidores Libres, Héctor Polino, indicó que una de las claves para comprar bien es no esperar a último momento, una decisión que permitirá adelantarse a los aumentos de precios que son típicos de las cercanías con el comienzo de las clases.
Al mismo tiempo, Polino recomendó que “el fijarse en los precios no haga que los padres desatiendan otro tema crucial, que es la calidad del producto. Hay que estar atento a que un producto que se ve como económico no contenga sustancias que pueden ser inconvenientes para la salud, sobre todo cuando se trata de artículos como témperas, fibras, crayones o resaltadores”.
Para Andrada, “las redes sociales pueden ser un medio para conseguir, por ejemplo, uniformes usados. También se puede considerar la posibilidad de mandar hacer aquellas prendas del uniforme que no tengan elementos distintivos del colegio, como una pollera escocesa o un jumper. En esos casos puede ahorrarse hasta un 35%”.
Si se quiere ahorrar, hay que estar atento también al peso de las licencias en los artículos escolares, sostiene Andrada. Una carpeta con un personaje de moda puede costar entre un 30 y un 50% más que aquella que no lo tiene.
A veces evitar el merchandising es un recurso que abarata enormemente los productos de la canasta escolar”, destaca la dirigente.
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