Lesa humanidad: el Tribunal volverá a llamar a declarar a los acusados

Mañana, cuando se reanude el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en Junín, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de La Plata volverá a llamar a declarar a los siete acusados en esta causa.
De esta manera, Ángel José Gómez Pola, Abel Oscar Bracken, Aldo Antonio Chiacchietta, Julio Ángel Esterlich, Francisco Silvio Manzanares, Miguel Ángel Almirón y Edgardo Mastrandrea tendrán una nueva oportunidad para responder las preguntas de jueces, fiscales y defensores, si es que aceptan declarar.
Por supuesto que tienen potestad para negarse a hacerlo y, de hecho, así lo hicieron cuando los llamaron al principio del juicio.
Pero el martes pasado, en la última jornada, se produjo un giro en la causa, luego de que el Tribunal aceptara la ampliación de la acusación propuesta por la fiscalía y la querella, y determinara que Gómez Pola y Bracken sean imputados del delito de “homicidio doblemente agravado”. En la misma audiencia se estableció, además, que los siete acusados sean juzgados por “tormentos”, agravados por haberse producido estos como una consecuencia de la actividad política de las víctimas.
Es a partir de estas nuevas imputaciones que los seis policías y el militar deberán sentarse nuevamente frente a los jueces, si es que la salud se los permite (ver recuadro).
Luego de cumplido este paso, se llegará a la etapa de los alegatos para, finalmente, concluir con la sentencia.
De acuerdo con lo planteado a este medio por el presidente del Tribunal, doctor Carlos Rosanzki, en el transcurso del mes de febrero habrá un veredicto para esta causa.
Por lo pronto, el Salón de la Democracia Argentina de la Unnoba, lugar en el que se desarrolla este proceso, fue pedido para los días lunes, martes y miércoles.

El juicio
En este proceso se investiga la participación de los acusados en el circuito represivo conocido como Subzona 13, dependiente del área 131, en la que funcionaron tres centros clandestinos de detención: la Comisaría Primera de Junín, la Unidad Penitenciaria 13 (UP13) y el destacamento rural de Morse.
En las primeras jornadas de este juicio prestaron testimonio 70 testigos que relataron los crímenes de los que fueron víctimas en aquellos años ellos o sus familiares.
Las declaraciones confirmaron que hubo víctimas alojadas los tres centros clandestinos de detención, y que en todos se llevaron a cabo sesiones de tortura.
Inclusive, se hizo una inspección ocular en estos lugares y los testigos reconocieron los sitios donde estuvieron detenidos y sufrieron tormentos.
Los testimonios también hicieron referencia a tres casos de desaparición forzada de personas en nuestra ciudad: los de Hugo Torretta, Adrián Romié y Gilberto “Beto” Mesa.
Es a partir de la eventual participación de Gómez Pola en la desaparición de Hugo Torretta, Adrián Romié y Gilberto “Beto” Mesa, y la posible intervención de Bracken en el caso Torretta, que se pidió que el ex militar y el ex policía sean imputados del delito de “homicidio”.
Asimismo, los relatos también reflejaron el terror vivido en aquellos años. A partir de estos testimonios, en la audiencia del martes pasado se determinó que los siete imputados en este proceso sean acusados por “tormentos”, agravados por haberse producido estos como una consecuencia de la actividad política de las víctimas.
Es que para el Ministerio Púbico Fiscal, no sólo configuraban tormentos la aplicación de la picana eléctrica, sino que también lo hacían “las propias condiciones de detención” en la Comisaría Primera.
En ese marco, el fiscal Juan Martín Nogueira sostuvo que allí “las condiciones de detención eran infrahumanas”, dado que estaba “lejos de implicar un régimen acorde a las necesidades de cualquier persona”. Un sitio “con comida escasa o nula, sin posibilidad de higienizarse, con interrogatorios violentos y simulacros de fusilamientos”.