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UNA MODALIDAD DELICTIVA QUE NO DA TREGUA

Junín supera ampliamente a ciudades similares de la Provincia en arrebatos

La conclusión surge de una comparación -realizada por Democracia- entre esta ciudad y distritos bonaerenses parecidos en cantidad de habitantes como Pergamino, Chivilcoy, Chacabuco, Lincoln, Olavarría, y Tandil.

El arrebato, la modalidad delictiva que viene sorprendiendo a hombres y mujeres en cualquier calle juninense desde varios meses a esta parte, se instaló en esta ciudad con una notoriedad que ni por asomo exhibe en varios puntos bonaerenses que son iguales o incluso más grandes que Junín en cantidad de habitantes.
Un sondeo realizado por Democracia reveló que el robo de carteras y billeteras en la vía pública, ejecutado mayoritariamente por “motochorros”, es en cifras muy superior a lo que acontece en Pergamino, Chivilcoy, Olavarría y Tandil.
Y si se quiere regionalizar un poco más la mirada, ese mismo relevamiento indica que el accionar de los arrebatadores no es tan frecuente en sitios como Lincoln o Chacabuco.
El miércoles último, este diario hizo público un dato que grafica la gravedad del asunto: a nivel local se consuman hasta siete arrebatos diarios, según fuentes policiales (ver “Repercusión”).  
Con esa información, y sabiendo que si bien el número promedio de ilícitos de esa especie es más bajo -ya que llega a cuatro embestidas por día- el panorama fue empeorando con el correr de las semanas, se buscó conocer lo que pasa en otras urbes de la Provincia y el denominador común fue la falta de estadísticas –ni siquiera extraoficiales-, no por carencia de voluntad sino porque los delitos en cuestión no son de los más usuales.    

“Hay, pero pocos”

Gregorio Piai, periodista de la sección “Policiales” del diario La Opinión, de Pergamino, dijo que en esa ciudad, distante a noventa kilómetros de Junín, “hay arrebatos, pero no en gran cantidad”.
“Calculo que se puede deber a una cuestión de rachas y no vemos que sea este el momento de los arrebatos. Los hay, pero no en gran cantidad. Lo que predomina son los asaltos a mano armada, pero si juntamos a estos con los arrebatos se puede decir que hay un promedio de dos hechos por día. Hay jornadas en las que no pasa nada y hay otras en las que por ahí tenés tres robos con armas o delincuentes que les sacan las carteras a las mujeres, es muy variable, no pasa lo mismo con regularidad.  Nos hemos encontrado con una seguidilla de casos en un día, pero después no se han mantenido. O sea, no ocurre que se mantengan por tanto tiempo ni que se concreten tantos hechos por día”, afirmó Piai.
Como en esta ciudad, en Pergamino empezó a funcionar en el segundo semestre del año 2014 el Comando de Prevención Comunitaria (CPC), lo que implicó la inclusión de veinte nuevos móviles a la flota de patrullaje. “A eso hay que sumarle el servicio de seguridad que brinda el municipio pergaminense desde el año 2006, con unidades propias y atención a través de llamadas al número 108. No obstante, hay casos graves pero son más espaciados que lo que aparentemente sucede en Junín”, agregó Piai.

“Uno por semana”
Ignacio Cerdera, trabajador de prensa del diario El Popular de Olavarría que se encarga de cubrir los casos policíacos de ese lugar y sus alrededores, manifestó que en aquella región “no hay muchos arrebatos, hubo un par en diciembre y después no mucho más”. “No se puede decir que no existen, pero las cifras no son para escandalizarse. Quizás haya uno por semana. Sí está complicado en materia de asaltos y ‘escruches’, también se dieron algunas peleas de barras en el salida de boliches y eventos y un intento de homicidio, donde una mujer trató de ultimar a su marido de un puntazo”, aseveró.
Por su parte, Paula Rodríguez, periodista de diario Ecos de Tandil, dijo que el arrebato no es una modalidad de las más presentes en el esquema delictivo de la región. Lo que predomina, en cambio es el robo de motos, con un promedio de cuatro hechos diarios, y los “escruches”. Debajo en el escalafón de delitos aparecen los asaltos y los episodios de violencia de género.
En cuanto al accionar de los “motochorros”, detalló que hubo un par en diciembre y no mucho más.
Desde Chivilcoy, en tanto, indicaron que la sustracción de carteras y monederos “a la pasada” tampoco es tan visible en números. “No es un tipo de delito muy presente, no se puede decir que los ladrones lo hayan adoptado, pero sabemos cómo es esto, que las maniobras van mutando y no nos extrañaría que de pronto los arrebatos se multipliquen. Por ahora eso no pasa”, indicó una fuente consultada.

En la Región
En las ciudades de esta región, el arrebato tampoco es ejercido con la predilección que los malvivientes le dan en Junín.
Ramiro Segovia, periodista del diario La Posta del Noroeste, de Lincoln, sostuvo que el promedio es de un hecho por mes. " Con el carnaval puede que se incremente, dado que suelen circular muchas más mujeres con carteras y en un descuido quizás sufran el ataque de los ladrones", advirtió.
También opinó que en suelo linqueño "no hay tantos porque se conocen todos y por ahí la víctima le ve la cara al atacante y descubre quién es".
A una conclusión bastante parecida llegaron informantes de Chacabuco, quienes señalaron que en esa localidad hay a lo sumo dos arremetidas de arrebatadores por mes.

Violencia

En uno de los siete episodios sucedidos el miércoles en Junín, varios casos terminaron con mujeres hospitalizadas.
Una de ellas fue una conocida farmacéutica, a quien los ladrones le propiciaron una brutal golpiza, pese a que la joven no se resistió. El hecho ocurrió durante la noche del miércoles de la semana pasada en el barrio Belgrano. Ese mismo día, en Vázquez Diez y 12 de Octubre, delincuentes provocaron lesiones a otro damnificado. Y en el barrio Ferroviario, le arrancaron la cartera a una jubilada que iba en su moto en pleno movimiento: casi termina en una tragedia.
En medio de esa locura, días atrás otro joven fue atropellado por motochorros en Cabrera y Libanesa, cuando intentaron robarle la mochila.

Medidas
El accionar de los malhechores llevó a las autoridades a implementar medidas de todo tipo. Desde la llegada del Comando de Prevención Comunitaria (CPC), el lanzamiento de la Policía Local y la creación del Grupo Motorizado Junín (GMJ).
Esta última brigada, bajo la órbita de la Jefatura Distrital, fue motivada por el caos de las picadas ilegales de motos y el azote de los motochorros. Es que a pesar de la llegada de dieciséis nuevas camionetas Toyota Hilux para patrullar las calles, éstas resultan obsoletas para perseguir a los rodados más chicos, que con ágiles maniobras suelen perderse en el tránsito.

Preocupación
El titular del CPC junín, Horacio Ferrari, dijo que en esa fuerza están "muy preocupados con el tema de los arrebatos".
"Hemos tenido resultados de aprehendidos por esta situación.", dijo, y aclaró: "la estadística delictual en sí la maneja la Distrital que a través de las comisarías recibe todo tipo de denuncias".
Sobre la preferencia de los arrebatadores de las mujeres y niños como blanco dijo que los delincuentes suelen aprovecharse de "la vulnerabilidad", pero "no está planteado que todas las víctimas sean mujeres y chicos".

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