Hace algunos días se tuvo conocimiento del lamentable deceso del maestro Horacio Azcárate, ocurrido el 30 de diciembre de 2014 en la ciudad de Buenos Aires.
Pianista de sólida formación técnica comenzó sus estudios en Junín con su tío, el recordado profesor Nicolás Campasso y posteriormente los continuó en Buenos Aires con los más destacados maestros entre los que se puede mencionar a Antonio De Racco.
En su extensa y reconocida trayectoria realizó presentaciones en el Teatro Colón de Buenos Aires, como solista y participando junto a la Orquesta Filarmónica, en el Teatro San Martín, Teatro Cervantes y en todo el país. Asimismo realizó numerosas giras internacionales presentándose en importantes capitales europeas, en el afamado Festival de Taormina, en China y en países de Latinoamérica.
En nuestra ciudad son incontables las oportunidades en que se presentó ofreciendo su calidad de intérprete, abordando los más trascendentes compositores: Mozart, Beethoven, Chopin, Rachmaninov, Schumann, Debussy, Gershwin, entre muchos más.
Sin dudas una pérdida notable para la ciudad de unos de sus hijos más destacados en el campo de la cultura y que, lamentablemente, ha pasado casi desapercibida.
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