La mayoría de los votantes en la encuesta semanal de Democracia, que se publica en www.diariodemocracia.com, consideraron que la forma de frenar el avance de los motochorros en Junín es redoblando los operativos callejeros de la policía, o sea, con más identificación y controles vehiculares por parte de los agentes del orden.
De hecho, ante la pregunta “¿Cómo cree que se puede frenar a los motochorros?”, el 63.95 por ciento (149 votos) de los participantes respondió “con más operativos en la vía pública”; en segundo lugar aparece la opción, con el 18,88 por ciento (44 votos), “con más inclusión” social; en tercer lugar, con el 10.30 por ciento (24 votos), “con más cámaras de seguridad”; y por último, con el 6,87 por ciento (16 votos), “con más policías”.
En total participaron del sondeo virtual 233 personas.
Sin tregua
El verano y las vacaciones no parecen haber llegado para los motochorros, que desde el inicio de 2015 continuaron azotando a distintos barrios de la Ciudad.
Es así que el accionar parece haberse intensificado en los últimos días con una mayor cantidad de hechos, muchos de ellos con desenlace violento.
Ejemplo de ello es el brutal robo que sufrió recientemente una joven farmacéutica en inmediaciones de Siria y Borges, cuando fue golpeada de manera salvaje por delincuentes en moto para sustraerle la cartera.
Como viene informando este diario, se trata de una modalidad que, luego de comenzar a marcar una tendencia en los últimos años, se consolidó en 2014.
El mismo secretario de Seguridad de Junín, Víctor Knappe, admitió a fines del año pasado que los arrebatos y los escruches eran la principal preocupación en materia de delito. Y fue uno de los motivos por los que la Jefatura Distrital creó el Grupo Motorizado Junín (GMJ) con la incorporación de unos veinte rodados.
Cámaras
La seguidilla de arrebatos en distintos barrios de Junín reflotó el reclamo por la instalación de más cámaras de seguridad, entre los vecinos de distintas sociedades de fomento.
Además, según pudo saber Democracia de fuentes policiales, las fuerzas de seguridad incrementaron la cantidad de procedimientos en la vía pública "con resultados positivos".
De las estadísticas que llevan adelante en las dependencias locales se desprende que los autores de los arrebatos "son casi todos menores", según afirmó un jefe policial ante la consulta de Democracia.
Y en ese sentido señalaron que "hay una nueva generación de delincuentes" que incursionó en Junín.
Ese grupo, según explicó un comisario a este diario, está integrado por chicos de "entre 16 y 20 años". Además, agregó otra fuente, muchos de ellos "no son de Junín", pero eligen a la ciudad por su tamaño y el movimiento comercial que tiene, a diferencia de otras de la región.
A su vez, las fuentes consultadas indicaron que "siempre está" el grupo de "abonados" a las comisarías que es capturado con frecuencia tras cometer ilícitos.
"Pero ahora vemos que hay gente nueva, joven y que no es de acá. Una nueva generación", aseguró un jefe policial.
Dinero fácil para el fin de semana
Un fenómeno que destacaron los investigadores es la presencia de mujeres en el delito. Es así, que en una modalidad que es frecuente ver actuar a uno o dos hombres a bordo de una moto, en varios de los últimos hechos se denunció como partícipes a parejas integradas por un hombre y una mujer, o también dos chicas.
“Nadie se espera que te asalten dos chicas en moto”, agregó un jefe policial.
Que la mayoría se trate de jóvenes en la franja que va de los dieciséis a veinte años, para quienes estudian su accionar se debe a que "se trata de jóvenes que roban para conseguir dinero para el fin de semana".
Como siempre, las víctimas suelen ser mujeres solas, jubiladas o adolescentes. Y los botines, carteras, mochilas, celulares y billeteras.
Como si fuera una rutina, las fuentes policiales consultadas detallaron a este diario que la mayoría de los arrebatos ocurre miércoles y jueves, en las franjas horarias de 11 a 13 y de 18 a 20 en la zona céntrica y comercial.
A su vez, indicaron que en varios casos apuntan a "gente que no es de la ciudad", sino de "pueblos de la zona", por lo que están acostumbrados a otro ritmo y tranquilidad. <
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