Las sillas de seguridad para los niños no son los elementos más populares en Junín. Los chicos dicen estar incómodos, los padres tienen que tomarse el trabajo de ubicarlos y ocupan más lugar en el auto. Pero salvan vidas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las llamadas sillitas para niños previenen el 71% de las muertes en accidentes. En la Argentina, las estadísticas indican que fallece un bebé menor de un año por semana en siniestros viales.
“Es realmente preocupante el poco uso que hay de las sillas de seguridad en la ciudad y en la región”, dice, casi con resignación, el doctor Rodolfo Vergara, médico de la Región Sanitaria III y presidente de la Sociedad Argentina de Pediatría filial Junín. Lo que indica el especialista es comprobable por cualquiera que circule por las calles de nuestra ciudad. Los niños viajan en el asiento delantero del auto, no usan el cinturón de seguridad y hasta se los puede ver parados jugando en la parte delantera del coche. Ver una “sillita” es casi imposible.
“El ejemplo más claro de la poca prevención que hay es que los chicos viajan en moto con sus padres. Cuántas veces hemos visto familias enteras subidas a una moto y sin cascos”, protestó Vergara.
Los pediatras de Junín, cuenta Vergara, suelen hacer la recomendación para que las familias incorporen sillas de seguridad en los autos. “En el consultorio todos les pedimos y recomendamos que los chicos viajen bien seguros a través de dispositivos de seguridad adecuados. Por ejemplo, los recién nacidos deben ir en todo momento en los ‘huevitos‘: una estructura en la que viajan de cara a la parte de atrás del auto y así les protege la cabeza en un eventual accidente”, explicó Vergara.
A pesar de que todos los pediatras y las organizaciones mundiales lo recomiendan, en la Argentina, el uso de las sillas para niños no está reglamentado por ley a nivel nacional. Según el Registro Nacional de Antecedentes de Tránsito, sólo en la ciudad de Buenos Aires es obligatorio el uso de sillas para niños.
En la ley nacional 24.449, a la que la mayoría de las provincias adhirieron, se establece la obligación de que los menores de diez años viajen en el asiento trasero de los vehículos.
Mientras tanto, cada año mueren 52 niños menores de un año en accidentes de tránsito. Las cifras surgen de una investigación realizada por la Asociación para Políticas Públicas (APP) con cifras proporcionadas por el Ministerio de Salud de la Nación y que se basa en un relevamiento hecho durante ocho años.
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