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RELEVAMIENTO EN JUNÍN

Máquinas agrícolas: bajaron un 30% las ventas

Los locales especializados dicen que los productores no se animan a encarar grandes inversiones

Como una bola de nieve que empieza a crecer y a destruir, la prolongación del conflicto con el campo ya deja víctimas en la región y en Junín. En este caso, las afectadas por el irresuelto enfrentamiento son las empresas que comercializan maquinaría agrícola.
Es que, según un relevamiento realizado por DEMOCRACIA en los principales centros de venta de tecnología destinada al campo, las ventas han bajado por lo menos un 30 por ciento desde que empezó el paro.
Las razones son fáciles de explicar en este contexto: los productores agropecuarios no se animan a realizar grandes inversiones en maquinaria con tanta incertidumbre en el ambiente. Es más, en los negocios relevados para este artículo cuentan cómo operaciones de venta que parecían selladas no se concretaron por el paro. El panorama tampoco mejoró en los más de 30 días que duró la tregua que acabó el miércoles.
Según los dueños y responsables de venta de los distintos negocios especializados del rubro, la reactivación para las cosechadoras, tractores y otros grandes artefactos llegará recién cuando el conflicto haya amainado y los productores vuelvan a sentirse seguros para realizar nuevas apuestas.
“Estamos muy preocupados. Las ventas disminuyeron bastante. Por los primeros cálculos que hicimos tuvimos una merma de hasta el 30%”, cuenta Alejandra Cabestri, de Agronorte.
“Lo que nos pasó también es que mucha gente que tenía el presupuesto con nosotros casi cerrado quedó ahí, sin terminar de decidirse”, sigue Cabestri. Algunos clientes se acercan a ver las máquinas pero, según relatan en Agronorte, se terminan sincerando: “Por ahora, hasta que el tema no afloje, no estamos dispuestos a hacer una inversión de esa envergadura”.
En Agromaquinarias, otra tienda del rubro, admiten lo que ellos llaman un “parate”. “Sí, la verdad es que las ventas han bajado mucho y el porcentaje se acerca al 30%”, dice una fuente de la empresa.
“Para nosotros es obvio. Cuando subieron las retenciones hubo dudas, pero cuando comenzó el paro la gente casi dejó de comprar”, define la fuente.
Miedo es la palabra que usan en Agromaquinarias para definir la sensación que tienen los compradores: “Temen endeudarse con grandes maquinarias y después no tener cómo pagar”.
El panorama se repite en las distintas empresas. “Se detuvieron varios negocios. El paro se empieza a notar y creo que va a seguir creciendo en la medida que pase el tiempo y el conflicto entre el campo y el Gobierno siga sin resolverse”, afirma Marisel Spinetta, de Marani Agrinar.
En La Casa de las Cose-chadoras la elocuencia al elegir el nombre no los salva del problema que sufre junto con las otras empresas dedicadas a la misma actividad. “Por acá, directamente, no pasa nada. Todo está parado y eso hace mucho que no lo veía”, dijo un vendedor de la empresa.
“Los que estamos en el campo sabemos que para cobrar todo está cada vez más difícil. No sé qué va a pasar, pero ya tuvimos casos de cheques que rebotan y situaciones incómodas parecidas”, explica la fuente.
En otros locales de maquinaria, el panorama es igual de desalentador. El relato se repite: alguien se acerca y se muestra interesado en algo, pero a los pocos minutos dicen lo que llevan adentro: “No lo voy a poder pagar”.
Daniel Saccoccia es el dueño del local de ventas que lleva su apellido. Dice estar preocupado y aclara que no ve una solución en el corto plazo para el conflicto.
“Las ventas definitivamente bajaron más de un 30%. Esta cuestión es general, estamos ante un gran freno en la actividad”.
De todas maneras Saccoccia pide paciencia. “Habrá que ver qué pasa, pero desde que empezó el paro que la situación está muy complicada. Los clientes me dicen que no les da”.
Para el dueño del local esuna cuestión matemática. “Los insumos están más caros, hay inflación para las cosas de todos los días y hay menos actividad. Los costos se te trasladan y ya no estás tan dispuesto a hacer una gran inversión. Lo nota cualquiera que se maneje en el campo”, termina.

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