BUSCAN FRENAR LOS ASALTOS A PROFESIONALES DEL VOLANTE
Por la ola de robos, la Policía ahora escolta a los taxis a las zonas calientes
En caso de que el chofer o la parada lo solicite, los conductores son acompañados por un patrullero del Comando de Prevención Comunitaria hasta el lugar de destino. También realizan operativos sorpresivos en los que identifican a los pasajeros durante la noche.
Con el objetivo de frenar la ola de asaltos a taxistas en Junín, la Policía ahora escolta a los choferes hasta el lugar donde deben llevar o recoger a un pasajero.
La medida, que ya se implementa durante el horario nocturno, tiene efecto siempre y cuando uno de los conductores o telefonistas de la parada la solicite.
La información fue confirmada a Democracia por el director operativo del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) Junín, comisario inspector Horacio Ferrari, quien explicó que fue una de las acciones acordadas luego de las reuniones que mantuvieron con Roberto Salcedo, titular del Sindicato de Conductores de Taxis de Junín, choferes y la Secretaría de Seguridad a cargo de Víctor Knappe.
"Ante una sospecha que puedan tener los taxistas o el telefonista, nos da aviso a nosotros y, de acuerdo a la zona donde ellos van o se dirija el taxi, tratamos de acompañarlos", dijo Ferrari
La escolta que hace el móvil es siempre notoria y con las balizas encendidas, "para hacerse ver" y hacer efectiva la prevención, explicó el jefe del CPC local.
En su edición del lunes pasado, Democracia había reflejado la preocupación de los profesionales del volante ante la ola de robos que incluyó al menos seis hechos en quince días.
Para los conductores, los barrios en los que más asaltos sufrieron fueron La Vaca, San Martín, Almirante Brown, entre otros.
"Es la única manera que tenemos de cubrirnos, de dar cierto grado de seguridad que tampoco es al 100%. Hoy no hay nada que funcione de manera efectiva", manifestó Salcedo. "Hoy con lo único que contamos es con el instinto del chofer de levantar o no un pasajero o del telefonista de tomar o no tomar un viaje y explicarle la situación a los usuarios. Estamos tratando de cuidarnos de esta manera y ver qué método se puede llegar a implementar para lograr más seguridad", dijo.
El acompañamiento con patrulleros no es la única medida que implementarán para frenar la ola de asaltos.
Ferrari confirmó además que también realizan controles sorpresivos a los vehículos que circulan con pasajeros, para identificarlos.
"De acuerdo a los patrullajes que realizan los móviles en las zonas de prevención, y de manera aleatoria, eligen o interceptan taxis", afirmó Ferrari, quien agregó que "la idea es llevarle una solución a la gente que trabaja, independientemente del trabajo que hacemos siempre", afirmó.
Arrebatos
Otra de las modalidades delictivas que desde hace meses no da tregua en las calles de Junín, especialmente en la zona céntrica y en Pueblo Nuevo, son los arrebatos. Para ello, el CPC Junín dispuso recorridas especiales en busca de prevenir el accionar de los motochorros.
No obstante, Ferrari explicó que es difícil poder combatir a estos delincuentes. "Cuando nos avisan, por ahí el hecho sucedió hace un par de minutos. Por lo que la tarea no es sencilla y las características no siempre son certeras. Las víctimas quedan muy nerviosas y por ahí no pueden definir si la persona era alta o baja, o el color de la vestimenta que llevaba", dijo Ferrari, aunque aclaró que "eso no va a amedrentar el empeño que se pone a esta situación".
La medida, que ya se implementa durante el horario nocturno, tiene efecto siempre y cuando uno de los conductores o telefonistas de la parada la solicite.
La información fue confirmada a Democracia por el director operativo del Comando de Prevención Comunitaria (CPC) Junín, comisario inspector Horacio Ferrari, quien explicó que fue una de las acciones acordadas luego de las reuniones que mantuvieron con Roberto Salcedo, titular del Sindicato de Conductores de Taxis de Junín, choferes y la Secretaría de Seguridad a cargo de Víctor Knappe.
"Ante una sospecha que puedan tener los taxistas o el telefonista, nos da aviso a nosotros y, de acuerdo a la zona donde ellos van o se dirija el taxi, tratamos de acompañarlos", dijo Ferrari
La escolta que hace el móvil es siempre notoria y con las balizas encendidas, "para hacerse ver" y hacer efectiva la prevención, explicó el jefe del CPC local.
En su edición del lunes pasado, Democracia había reflejado la preocupación de los profesionales del volante ante la ola de robos que incluyó al menos seis hechos en quince días.
Para los conductores, los barrios en los que más asaltos sufrieron fueron La Vaca, San Martín, Almirante Brown, entre otros.
"Es la única manera que tenemos de cubrirnos, de dar cierto grado de seguridad que tampoco es al 100%. Hoy no hay nada que funcione de manera efectiva", manifestó Salcedo. "Hoy con lo único que contamos es con el instinto del chofer de levantar o no un pasajero o del telefonista de tomar o no tomar un viaje y explicarle la situación a los usuarios. Estamos tratando de cuidarnos de esta manera y ver qué método se puede llegar a implementar para lograr más seguridad", dijo.
El acompañamiento con patrulleros no es la única medida que implementarán para frenar la ola de asaltos.
Ferrari confirmó además que también realizan controles sorpresivos a los vehículos que circulan con pasajeros, para identificarlos.
"De acuerdo a los patrullajes que realizan los móviles en las zonas de prevención, y de manera aleatoria, eligen o interceptan taxis", afirmó Ferrari, quien agregó que "la idea es llevarle una solución a la gente que trabaja, independientemente del trabajo que hacemos siempre", afirmó.
Arrebatos
Otra de las modalidades delictivas que desde hace meses no da tregua en las calles de Junín, especialmente en la zona céntrica y en Pueblo Nuevo, son los arrebatos. Para ello, el CPC Junín dispuso recorridas especiales en busca de prevenir el accionar de los motochorros.
No obstante, Ferrari explicó que es difícil poder combatir a estos delincuentes. "Cuando nos avisan, por ahí el hecho sucedió hace un par de minutos. Por lo que la tarea no es sencilla y las características no siempre son certeras. Las víctimas quedan muy nerviosas y por ahí no pueden definir si la persona era alta o baja, o el color de la vestimenta que llevaba", dijo Ferrari, aunque aclaró que "eso no va a amedrentar el empeño que se pone a esta situación".