EL CONFLICTO CON EL CAMPO

Tensa espera en Junín por el comienzo del paro

Los productores autoconvocados dicen estar decepcionados por la actitud del Gobierno. Por ahora, manifestaron que seguirán a la cúpula y no cortarán rutas. Hoy se reúnen a las 10. Mañana, asamblea zonal a las 12.

Decepcionados pero unidos. Así recibieron los productores agropecuarios autoconvo-cados de Junín la noticia de que volverá el paro por la falta de respuestas del Gobierno ante los planteos del campo por las subas de las retenciones.
Por eso, preparan una asamblea para mañana, en la que se discutirán los pasos a seguir. Eso sí, por ahora, la idea es andar el camino de lo que propongan los dirigentes de las cuatro entidades principales del agro. Es decir, parar las exportaciones de granos en los próximos ocho días sin cortar las rutas. Los celulares de los dirigentes locales comenzaron a sonar ayer después de las 18. Unos minutos antes, Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Agrarias, había anunciado la vuelta al paro y la gente quería saber qué se resolvía en Junín. Ante la incertidumbre, la respuesta fue una asamblea: mañana los productores se reunirán a las 10.
Pero sin necesidad de una reunión los productores coinciden en un sentimiento generalizado de decepción y de falta de comprensión al Gobierno.
“Nos sentimos manoseados”, dijo a DEMOCRACIA Rafael Velilla. Su voz sonaba decaída desde un celular que organizó, en conjunto con otros, la asamblea de mañana. “No se trata sólo del campo. La gente se reúne para hablar de los paros y termina hablando de inflación o de inseguridad. Este conflicto ha pasado a mayores y hay un hartazgo con las formas que tienen en este Gobierno”.
A pesar de la desesperación de algunos y las ganas de cortar las rutas de otros, Junín parece que seguirá lo que decidan Coninagro, Confederaciones Rurales Agrarias, la Sociedad Rural Argentina y la Federación Agraria.
“La idea es ver qué es lo que pasa en Buenos Aires, ver qué se decide desde la cúpula. Lo que te puedo decir es que acá la gente está muy mal y hay muchos con muchísimas ganas de volver a cortar las rutas, pero no queremos ser necios”, siguió Velilla. “Estamos muy unidos, pero vemos que el Gobierno es caprichoso”, sentenció.
Las luces de esperanza que se encendieron durante las negociaciones se apagaron inmediatamente. Ayer, la admisión del Gobierno de que había habido errores en la aplicación de las retenciones fue desmentida a las pocas horas.
“Ayer a la tarde estábamos bien y ya a la anoche estábamos pésimo. Después de lo de hoy ni te cuento”, expresó Velilla. “Ya no se trata de las retenciones. Es una manera de comportarse lo que enfurece a la gente”, describió.
Como sucede en las secciones de los diarios, el tema para los productores dejó de ser económico para convertirse en político. “Estamos ante un Gobierno que por momentos parece sin futuro. Arrancamos otro paro pero estamos mejor que antes porque tenemos la adhesión de la gente”, siguió Velilla.
Para los que trabajan montados en tractores y esperan por lluvias para las cosechas, la situación es insostenible. “El campo ha actuado con inteligencia y paciencia y la respuesta ha sido casi nula”, dijo el dirigente juninse.
Por momentos, Velilla se parece al carismático Alfredo De Angeli por la contundencia en las críticas. Lo mismo sucede con muchos otros dirigentes rurales que ahora parecen estar dedicados exclusivamente a intentar calmar a las “bases”.
“Mañana tenemos una asamblea en la que intercam-biaremos opiniones. El viernes a las 12 en la Sociedad Rural Argentina estará la gran asamblea regional, que será especialmente importante en este contexto”, terminó Velilla.