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UN MERCADO PARALIZADO QUE BUSCA REACOMODARSE ANTE LA FALTA DE DÓLARES

La crisis y la caída en el precio de la soja paralizan el mercado inmobiliario

El presidente del Colegio de Martilleros del Departamento Judicial de Junín, Daniel Di Palma, reconoció que se concretan pocas operaciones y que la actividad se mantiene mayormente por los alquileres. "Deseamos la normalización de la economía", afirmó el profesional.

El presidente del Colegio de Martilleros del Departamento Judicial de Junín, Daniel Di Palma, afirmó en una entrevista con el programa “Reporte Especial”, que se emite todos los martes, a las 21, por TeleJunín, que el mercado inmobiliario afronta una situación “complicada” por la caída en las operaciones de compra-venta, producto de la “incertidumbre en la economía” del país y las dudas en cuanto a “la valuación de las propiedades”, y advirtió que se vuelven a negociar precios de alquileres e inmuebles, en un contexto donde la caída del precio de la soja desinfla la burbuja del sector.
“En este último tiempo, las inmobiliarias nos hemos venido manejando, básicamente, con alguna venta que se va concretando y mayormente con el mercado de alquileres o locaciones”, reconoció el martillero.
Y agregó que en algunos casos “se han pactado nuevos montos” para los alquileres como consecuencia de la crisis económica y la caída en las ventas, especialmente en el rubro comercial.
“Los martilleros siempre estamos en el medio de todas estas situaciones, tratando de llegar a buen término entre la parte inquilina y la propietaria, teniendo del otro lado a muchos comerciantes que ven acotados sus márgenes de rentabilidad”, dijo el profesional. “Tratamos de mediar y de llegar a un acuerdo en la medida en que se pueda y si no hay contrato posible, se busca un nuevo lugar. Medianamente lo vamos acomodando”, dijo.  
“Hay una incertidumbre en cuanto a la valuación de los bienes. Se ha partido en muchos casos de cotizaciones que han quedado desajustadas en el tiempo. Arrancamos con un mercado dolarizado a partir del cepo cambiario, en 2011, un mercado que quedó dolarizado y sin dólares”, explicó, y añadió que en ese entonces se acordaron operaciones con un dólar inmobiliario, intermedio entre el oficial y el “blue”.

Dos caras

“Hoy tenemos un sector del mercado inmobiliario que está pesificado, como los fideicomisos, que venden en pesos, con mayores costos por la inflación, pero hay otro sector que se mantiene dolarizado, por una cuestión de resguardo de valor”, señaló.  
Y si bien admitió que hay una fuerte contracción en el número de operaciones inmobiliarias que se realizan en nuestra ciudad, se mostró optimista en cuanto a que la economía finalmente se estabilice. “Se van haciendo operaciones en pesos. Deseamos la normalización de una economía más estable, sin estos sobresaltos en el sentido de la inflación y poder tener un mercado más ágil, no tan volátil, para recuperar el ritmo de las operaciones”, dijo.
“La inversión inmobiliaria es siempre un resguardo del valor, el tiempo lo ha demostrado. Aquel que puede hacerse su primera casa, comprar un lote, siempre gana, porque los precios se van acomodando”, afirmó.

Precios

Con respecto a los precios en nuestra ciudad, dijo que los lotes se consiguen por precios que arrancan en 130 mil pesos y pueden llegar hasta un millón de pesos en el casco urbano juninense. “Yo estoy vendiendo cien lotes a 150 mil pesos cada uno, en la zona de Soldado Argentino y Ramón Hernández”, graficó el martillero.
“Conozco propiedades que se han comercializado en 250 mil pesos, 300 mil pesos. No todo el mundo tiene la capacidad de ahorro para entregar una suma en efectivo, toda junta, por eso el mercado solo ofrece oportunidades, siempre”, afirmó.

Soja, caída y después…
Di Palma recordó además que a los nubarrones en la economía hay que sumar la caída en el precio de la soja –que ha tocado un piso, por lo que los chacareros ya no inyectarán ganancias extraordinarias inflando la burbuja del sector inmobiliario- y el hecho de que prácticamente los bancos no otorgan créditos hipotecarios (excepto los del programa Procrear).
“No hay crédito hipotecario y la capacidad de ahorro del campo, producto de la soja, se ha reducido notablemente, por lo que la economía ha ido reacomodando sus precios y sus valores”, manifestó.
“Hemos vivido años demasiado excepcionales. Tampoco debemos querer volver a esas metas. Cuando yo empecé, en el ‘87, ’88, cuando vendíamos una casa festejábamos. Yo viví etapas como la hiperinflación, la llegada del gobierno de Menem, el efecto tequila del ´95, la convertibilidad, viví procesos de nuestra economía, donde el mercado no se resuelve con leyes de impacto mediático, sino con la recuperación de la confianza, que la gente decida seguir apostando al país y volver a transitar el crecimiento”, dijo.  

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