Está prohibido, pero cada vez más juninenses pintan cordones amarillos

Cada vez más juninenses pintan de amarillo por su cuenta el cordón de la vereda, para reservarse el lugar para su propio auto o, directamente, con el objetivo de que su frente quede libre. Es una situación que ocurre en comercios, en empresas y también en casas particulares.
Aunque está prohibido, aprovechan que se controla poco y que tampoco están previstas sanciones.
Se ve en muchos barrios de nuestra ciudad, justo cuando encontrar un lugar para estacionar es cada vez más difícil, por el número creciente de autos y la implementación del sistema de estacionamiento medido, que hizo colapsar las adyacencias a la zona tarifada.
Según la normativa vigente, los cordones pintados de amarillo indican que está prohibido estacionar durante las 24 horas y el único autorizado a pintarlos es el Municipio.
Se trata de una “picardía vecinal” que, ante la falta ya crítica de lugares para estacionar, se torna, de alguna manera, comprensible. Dicen que ocurre desde hace años pero que cada vez se extiende y molesta más.
Es una costumbre que no es exclusivamente local, pero que ya se puede describir como casi típica a lo largo de distintas avenidas y arterias de la zona centro.
Son “falsos cordones amarillos” que la gente pinta para asegurarse un lugar donde dejar el auto. Los conocedores ya los identifican, pero los que no son de la zona se confunden.