NOCTURNIDAD Y VANDALISMO

Siguen las quejas por los daños a la salida de las confiterías

Una de las características de la avenida Benito de Miguel es que cuenta con varios boliches entre Padre Respuela y la ruta.
Esto genera no pocos problemas de peleas, picadas y vandalismo sobre vidrieras y negocios.
“La mayoría de los locales tienen su vidrios rotos por actos de vandalismo o simplemente porque los jóvenes se apoyan en ellos”, cuenta uno de los propietarios, quien admite que muchos optaron por poner los vidrios más baratos, ya que deben reponerlos con asiduidad.
Además, se suman los gastos por la instalación de más medidas de seguridad, como rejas y cortinas, además del pago de seguros cada vez más caros, para poder cubrir los destrozos.
“En esta esquina –cuenta otro comerciante– cuando abren los boliches estacionan todas las motos y hay un muchacho que cobra por cuidarlas. Es decir que alquilan mi vereda y eso genera un montón de problemas”.
Con todo, los promotores del corredor seguro aspiran a que los bolicheros también se interesen por esta iniciativa, según lo que cuenta Marcelo Tapia: “A mí me gustaría que los propietarios de los boliches se sumen y participen. Uno se puso a disposición, los otros se mostraron reticentes. Creo que ese es el problema, que cada uno quiera cuidar su quintita en lugar de cuidarnos entre todos. Lo único que pedimos es que, ya que están obligados a tener cámaras cuando están abiertos, que las tengan encendidas las 24 horas. Solamente para solidarizarse con los vecinos”.