None
DÍA DEL TINTORERO

Un oficio dedicado al cuidado de las prendas

Desde la antigüedad hasta nuestros días, consideraciones sobre el trabajo de los tintoreros en su día.

Hoy, 22 de septiembre, se celebra el día del tintorero, sombrerero y lavaderos, sector del trabajo que nuclea el Sindicato de Tintoreros, Sombrereros y Lavanderos de ropa (UOETSyL), entidad que unificó el festejo de los tres sectores.
La fecha fue elegida en honor a San Mauricio, que se celebra hoy. En latín clásico hay dos términos para denominar tintorero: tinctor e infector (del verbo inficere: impregnar, recubrir, teñir...y alterar, contaminar, corromper... llegando en su participio pasado pasivo, infectio, a significar ‘apestoso, enfermo, contagioso.
Para compensar, los tintoreros escogieron como patrono a San Mauricio, alto oficial romano destinado en el Valais suizo (que murió mártir junto con todos sus legionarios).
La desconfianza suscitada por el conjunto de las labores de teñido fue norma común desde la antigüedad. Pero en la Europa medieval cristiana se agudizaría, manifestándose tanto en el ámbito real como en el legendario.
Más allá de los motivos que cuenta la historia, los tintoreros,  en el transcurso del tiempo, continúan brindando un servicio esencial para la sociedad, a pesar de los cambios en la moda del vestido y de la aplicación de nuevas tecnologías.
El arte de la limpieza y planchado de las prendas, para dejarlas “como nueva”, sigue siendo su desafío principal.
Por estos días, los locales se han diversificado y conviven los tradicionales locales con aquellos que han adoptado la rapidez en la respuesta para los diferentes clientes potenciales.
Según una definición etimológica de la palabra tintorero, comprende el conocimiento de los fundamentos y reglas para impregnar lo más profundo y uniformemente posible fibras, hilos, tejidos, por materias colorantes de modo que el color resultante del tinte no pueda ser alterado fácilmente por los agentes a la acción de los cuales la materia tintada ha de estar habitualmente expuesta.
Sobre el origen de la actividad, no se poseen datos certeros que permitan precisar desde que fecha la tintorería se conoce como tal.
Se estima que esto ocurrió desde que se comenzó a colocar a los objetos que la naturaleza podía proporcionar como materia colorante, sin mayores esfuerzos.
Los pueblos más antiguos como India, Persia y China practicaron con suma maestría en remotos tiempos el oficio de la tintorería.
La púrpura del Tiro, por ejemplo, es una prueba de lo lejos que habían llegado los métodos y procedimientos de la tintorería.
Homero, Herodoto, Plinio y Estrabón, en sus obras, hablan del estado de la industria tintorero entre los egipcios, griegos y romanos, y destacan sus telas teñidas con los más diversos colores.
En el siglo V, la invasión de los bárbaros del Norte extendió un tupido velo a todas las artes e industrias, a la vez que impuso la actividad, particularmente en Occidente.
Con el correr de los años, la actividad ha sumado diferentes rubros, como la limpieza y el planchado. Se llega a comercializar con la prestación de este servicio, desde la recepción de la prenda hasta su entrega de modo tal que el cliente pueda utilizar al retirarla del envoltorio protector.
En lo que hace a la limpieza, en primer lugar se procede a la clasificación de la pieza que puede estar comprendida entre los acetatos, tejidos de lana, para luego efectuarse una revisión general y establecer el tipo de elemento que se utilizará para su tratamiento.

COMENTARIOS