EL DESTACADO ESCRITOR DISERTÓ EN JUNÍN

"El periodista debe saber que la vida está en la calle"

Lo afirmó Cristian Alarcón, director de la agencia de noticias judiciales Infojus y con un amplia trayectoria en la profesión, durante una charla brindada en la Unnoba.

El periodista y escritor Cristian Alarcón, director de la agencia de noticias judiciales Infojus,  autor de la novela “Cuando me muera quiero que toquen cumbia” y reconocido como uno de los renovadores del lenguaje literario latinoamericano, brindó una charla en el aula magna de la Unnoba,  invitado por la diputada Rocío Giaccone, el Instituto de Investigación sobre Jóvenes, Adicciones y Violencia y la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires. 

Previo a la disertación, Giaccone manifestó que “es un lujo tener en la ciudad a un autor con la trayectoria y obra de Alarcón, quien ha plasmado en el papel sus experiencias en el terreno y tiene una gran historia de vida. Es un escritor con la facilidad de transmitir aquellos temas que nos cuesta tocar como sociedad”, y agregó que “este es un camino que iniciamos junto con IJóvenes, seguiremos teniendo muchos encuentros en Junín”.   

Luego tomó la palabra Alfredo Fernández, representante de IJóvenes, quien explicó que “nuestra tarea específica es investigar, y eso también significa escuchar a los protagonistas” y agregó que “en lo personal, estar en este lugar es muy emocionante, porque cerca de aquí charlaba Eva Perón con su primer amor, un joven anarquista ferroviario, según lo investigó Norberto Galasso. Y a la vez, lo relaciono con el valor de escuchar a una persona inteligente, como lo vamos a hacer hoy”. 

Tras la presentación, Cristian Alarcón indicó que “tenía ganas de venir a Junín desde el año pasado, cuando cubrimos desde la revista Anfibia los hechos  los hechos de violencia social tras hechos penales y criminales, propio de ciudades con niveles de desigualdad.  No estuve en persona, pero si estuve en la edición de esa crónica, así que pude tomarle el pulso a la sociedad”.  

Con respecto al periodismo de investigación, el autor nacido en Chile indicó que “reivindico la presencia del periodista en la calle, la verdad está en la calle, la verdad no está en los tribunales, la verdad no está en las oficinas, la verdad está donde huye la intensidad de la vida y de la muerte entre quienes más sufren”. 

Más tarde, el director de la agencia Infojus,  sitio de información jurídica de la República Argentina indicó que “si bien hay una estructura que permanece en la Justicia de nuestro país, de corporación y nepotismo,  el trabajo realizado por Zaffaroni y toda su escuela ha producido una transformación cultural que no se ha dado en ningún otro país de América Latina. Su legado en Argentina es ineludible, ha transformado un núcleo fundamental de producción de sentido dentro de la Justicia”.

Con respecto a la situación política del país, indicó que “debemos llegar a las zonas donde no hemos llegado, donde la desigualdad talla de manera más atroz. También hay que entender que los procesos políticos no culminan con dos o tres gestiones de gobierno, sobre todo teniendo en cuenta de cómo estábamos en el año 2001. Después de diez años las políticas públicas universales que hicieron  descender la pobreza y la indigencia, se subió el nivel de empleo, pero aún hay que llegar a ciertas zonas”, concluyó Alarcón.  

El escritor nació en 1970 en La Unión, Chile. Allí vivió hasta junio de 1975, fecha en que su familia decidió emigrar a Argentina para establecerse en la ciudad Cipolletti. Se licenció en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata donde actualmente es docente y dirige el posgrado en Periodismo Cultural.

Escribió en los diarios Página/12 y Crítica y en las revista TXT, Rolling Stone, Gatorpardo, Soho y Debate. Actualmente dirige la revista digital de crónicas narrativas Anfibia de la Universidad Nacional de San Martín y coordina Cosecha Roja, la Red de Periodismo Policial de América Latina.

Es autor de los libros “Cuando me muera quiero que me toquen cumbia” (2003) con el que ganó el premio Samuel Chavkin a la Integridad Periodística en América Latina otorgado por North American Congress of Latin American Authors y de “Si me querés, quereme transa” (2010).