MARKETING APLICADO

Bombita.

La experiencia como valor. 

Esta no puede ser una nota sentida sin algunos matices en primera persona. Por tal motivo me ofrezco como conejillo de indias agradeciendo a “bombita”, el personaje de Ricardo Darín en la película “Relatos Salvajes”por liderar un mensaje que funcionó como bálsamo de la experiencia que paso a contarles.
Sacando medio cuerpo fuera de la camioneta (vehículo oficial de una empresa) el conductor cruzo su inmensidad sobre mi paso, prioridad otorgada por una de las reglas que más recuerdo. El alarido no se hizo esperar y con gesto adusto escupió la frase: “anda la p...”. Al mejor estilo Federico Luppi, el insulto exploto en boca como vino de buena cepa. Mi perfil sanguíneo e instinto animal ordenaba la persecución y devolución del agravio. Fue ahí donde apareció la cita de la película: “no empieces una pelea si no estás dispuesto a sostener las consecuencias”.
¿Para qué? Me pregunté colocándome por detrás de la chata y así evitar el contacto visual. El punto pendiente era ¿Cuál sería mi venganza, como saciaría mi sed?  
Dicen que la venganza es un plato que se come frío; ante esto la posibilidad era tomar el número de patente y denunciar al conductor. Acaso me parecía demasiado comprometer el trabajo de una persona sólo por un mal momento. En última instancia me comprometí a no pisar más ese negocio por un tiempo. Al menos así me quedé tranquilo concluyendo en esta catarsis con forma de columna.
Es muy probable que nadie le haya explicado al “Federico Luppi local” que su comportamiento al mando de la camioneta de la empresa debe estar regulado por una norma que no es la misma que en su vehículo personal. Deberá entender el agresor que representa a una marca que depende de nosotros, los consumidores. Su trabajo también depende de eso y él no puede estar desconectado de esta realidad comercial.
Una mala huella marcaria dejó esta situación, un sentimiento contrario al buscadocuando decidieron “nominar” la camioneta con el grafismo (logo). Entiendo la actitud debe ser otra y quizá mutar a una exageradamente amable ante esa representación.
La marca es eso, una experiencia total y una mala aplicación genera el efecto contrario al buscado. La imagen, como concepto,  incluye la experiencia, el aroma, sabor, color, momento y todo lo que rodea al consumo. Por todo esto “Sr. Luppi”, la próxima vez le sugiero ceda el paso a quien se cruce por su camino y así estará aportando indirectamente a la sustentabilidad de su fuente de trabajo.

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