LA SOCIEDAD CONTEMPORANEA

Mamá - nena, la realidad de las madres adolescentes

Una mirada abarcativa sobre las causas del embarazo en niñas menores.

Hoy, siglo XXI, países globalizados y desarrollados, todo parece seguir sobre los cauces naturales de la conservación, de la naturaleza, de la evolución. Pero basta con detenernos tan sólo un momento, fijar la mirada y notar que la línea que nos separa de la vorágine en que nos sumerge el presente, que nos inunda de información pero a la vez nos vuelve desinformados, es muy delgada.
Vivimos y convivimos en un mundo donde la misma sociedad te lleva, te arrastra a "hacer lo correcto". ¿Qué sería? Estudiar, egresar como profesional, casarte, formar una familia y así hasta el día de tu muerte.
Se quiere tapar el hambre, la indigencia, la pobreza, en fin, lo no tan bueno que sucede y prospera día a día en nuestro país, con el anuncio de obras épicas, con aumentos de sueldos inventados y los discursos mora-listas de todos los que nos gobiernan.
Pero la realidad, es otra, es dura y cruda.
Tal es el caso de las niñas - madres en nuestro país.
Cada vez es mayor el porcentaje de embarazos de niñas de entre 9 y 13 años. La cifra asusta y aterra aún más. ¿Cuál será el futuro de estas mamás- nenas? Sobre esta problemática, el primer punto de tratamiento es pensar: ¿A esa edad fue sexo consentido y buscado? ¿O fue producto de una violación, abuso o incesto (por parte de algún familiar o del entorno de la menor), que fue ocultado por temor, saliendo a la luz por el notable cambio anatómico de la misma?
¿Hablamos de personas que carecen de educación sexual?
¿Pensamos que fue consentido por los adultos?
¿Creemos que todo se basa en un descuido o por ignorancia del uso de los métodos anticonceptivos?
Todo es parte y contribuye al alarmante porcentaje de menores embarazadas.
En nuestro país, de los 700.000 nacimientos de niños que se producen por año, 100.000 son hijos de madres menores de 19 años. Anualmente, nacen 3.000 bebés cuyas madres no superan los 15 años.
Según estudios del CEDES Centro de Estudios de Estado y Sociedad, señalan que las niñas-madres, nenas de 9 a 13 años, el 80% de ellas ha tenido hijos con varones que las superan en al menos 10 años, y un cuarto de las restantes con hombres, que son al menos, 20 años mayores.

Causas del embarazo adolescente

Estudios realizados en nuestro país, tratan la brecha existente entre la manera en que se suministra la información y se presta el servicio; y la forma en que estos son percibidos y utilizados por la población adolescente. Algunas normas socioculturales que contribuyen al comportamiento sexual cada vez más temprano de las niñas.
*Marco cultural de iniciación temprana de las relaciones sexuales.
*El poco valor y estima que la sociedad atribuye a la niña como mujer y como joven, expresado en la falta de expectativas.
*La percepción de que el papel básico de la mujer es reproducirse y efectuar funciones domésticas.
*La poca estima que la niña siente por sí misma como resultado de las percepciones sociales.
*La baja condición de la mujer dentro de la sociedad y las pocas oportunidades que se le brindan.
Por otra parte, las jóvenes todavía están bajo la influencia de modelos aprendidos desde la niñez que resaltan el papel femenino al servicio de los hombres, incluso en el plano sexual. Por un lado, el énfasis en el valor de la virginidad y, por otro, la presión ejercida por una creciente cultura de liberación sexual.
El 84% de las madres adolescentes conocían el preservativo, un 82% sabe acerca de las pastillas anticon-ceptivas y el 47% no se cuidó porque no pensó que iba a quedar embarazada.
Muchos adolescentes que carecen de información sobre anticonceptivos acuden a métodos folklóricos muy poco efectivos, teñidos de mitos y desinformación. Ellos preguntan cómo cuidarse, dónde acudir y qué hacer frente a las dificultades que surgen en sus primeras experiencias íntimas. Asimismo suelen consultar porque no se han cuidado, porque se les ha roto el preservativo durante la relación sexual o por un período menstrual que lleva varios días de atraso sin saber que hacer, ni a quien recurrir por ayuda. En las familias, la cosa no va mejor: el 40% de las chicas dijeron sentirse "censuradas" para hablar de sexo con sus padres y la mitad confió que no les contaría que tuvo su primera vez, (el 30% lo fundamentó en un "me matan" o "se enojaría mucho").
Aún así, el 76% dijo que el pensamiento de sus padres no alterará su decisión de debutar.
"Esto demuestra que es una decisión que los chicos van a tomar por sí solos, y que desde niños hay que empezar a pasarles la posta de su propio cuidado; y pasar la posta no es reprimir sino dar herramientas y acompañar", explica la psicóloga Andrea Gómez. Hoy encontramos que muchas veces hay una gran distancia entre lo que los chicos saben y lo que terminan haciendo. ¿Por qué aún teniendo información, muchas veces los chicos no se cuidan? Detrás de esa pregunta encontramos que no sólo la falta de buena información aumenta los actos de descuido, también influyen que los chicos completan esa vacío de la información con mitos y fantasías y aún manejando información y conociendo los riesgos no se protegen, ni cuidan al otro.
Los adolescentes, por rasgos típicos de su edad, son más proclives al acto que a la reflexión. Por eso es importante buscar nuevas maneras de acercarse a ellos para que la información decante y se transforme en acto.

¿Por qué sí?

"Toda mi vida quise tener un hijo". Puede sonar exagerado en boca de una chica de 15 años. Pero cuando este deseo se generaliza, toma una gran dimensión social.
700.000 bebés nacen en la Argentina, 100.000 son hijos de madres de menores de 20 años. El 30% de estas madres está teniendo a su segundo o tercer hijo.
Las estadísticas y tasas traducen fríamente una realidad que en los hospitales, centros asistenciales y las escuelas tienen cara, historia, mirada. Los médicos, trabajadores sociales y maestros atienden todos los días cada vez más adolescentes embarazadas, que al tener características propias diferentes de la de la mamá adulta fueron surgiendo servicios sanitarios exclusivamente para ellas.
Las chicas que concurren a estos servicios son de clase baja a media, con estudios primarios completos o que están cursando la secundaria y en su gran mayoría, en pareja (casi siempre en concubinato, muy pocas se casan), ya que solo un tercio está solo. Casi el 90% vive con un familiar y/o cónyuge. Por lo tanto hay que desechar la identificación automática entre madre adolescente y madre abandonada, rechazada por su familia.
Un dato reivindicador: generalmente, la parejita va a vivir a la casa del novio, por que las suegras brindan más apoyo y contención que las madres. Otra generalidad es que esta unión entre padres tan jóvenes no dura mucho, dentro del tercer año, forman parejas nuevas.
La educación sexual es, sin duda, la herramienta más idónea para contrarrestar esta tendencia de actuar de forma irreflexiva. Tras un arduo debate, Argentina cuenta desde fines del año pasado con una "Ley de Educación Sexual", que tímidamente se está poniendo en marcha y demorará al menos 4 años antes de que el plan educativo pueda llevarse a cabo de la manera correcta.
El tema del aborto es particularmente controversial, por que pone en conflicto la vida y la libertad. Por que en las posiciones que se adoptan entran a jugar las diversas concepciones "científicas, religiosas, a veces todo mezclado" sobre el momento exacto en que comienza a ser humana la vida y sobre qué es lo que nos hace no tanto vivos, sino humanos. Porque tan vivo y potencialmente humano es un espermatozoide y un óvulo no fecundados como un óvulo fecundado y un embrión. Es controversial y polémico el tema porque las ideas sobre el desarrollo de lo humano en el vientre de la madre "las conexiones neuronales del cerebro, que permiten el pensamiento, que es lo que nos hace humanos" han ido evolucionando a lo largo del tiempo. Porque no siempre quienes se oponen a ultranza a todo aborto, defienden a ultranza toda vida, tampoco toda vida humana. Hay quienes son antiabortistas pro-vida y sin excepciones, pero justifican guerras donde se mata a millones o aprueban la pena de muerte o no hacen nada por evitar las injusticias sociales que provocan el hambre que mata, diariamente, a más de 40.000 niños ya nacidos.
Ante una violación o incesto existe la posibilidad legal y médica de interrumpir el embarazo. El código penal establece que una junta de tres médicos debe evaluar el riesgo que corre la vida de la mujer embarazada, para autorizar o no la interrupción del mismo.
"Claramente, no sólo falta educación sexual sino que falta una educación sexual diferente. Actualmente no se habla de la sexualidad como algo vinculado al placer y como área importante de la vida de las personas. Social y culturalmente, se sigue asociando la sexualidad a la procreación como único fin".
La educación sexual, esa entrega y transmisión de experiencias y conocimientos que retrasa y mejora el inicio de la vida sexual, sigue siendo una cuenta pendiente en la Argentina".

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