"Es un dolor terrible, terrible lo que se siente. La casa vacía, ese silencio. Ella era una chica alegre, cantaba", expresó Nancy Bracco, madre de Naira Cofreces, la adolescente de 17 años que murió tras una brutal golpiza a la salida de la Escuela Secundaria 5.
"Todos los días me siento vacía, la casa en silencio. Me pregunto, no encuentro respuesta. Extraño horrores. La hermanita de 5 años está sufriendo un montón. Yo trabajo y hacé de cuenta que era la mamá. Y como explicarle a ella y todo. Es a fuerza de psiquiatra y medicación y todo", dijo. "La chiquitita me dice 'guardame la ropa para mi'. Y yo nada, todavía no desarmé el placard. No atino a nada. A mí me parece como que está de viaje, que va a volver, que por eso no quiero tocar nada. Siempre estoy mirando como que va a entrar, cuando llega la noche y la novela que mirábamos juntas", afirmó.
Nancy se desempeña como auxiliar en la Escuela Primaria l. "Al trabajo no pude volver, estoy con carpeta psiquiátrica. A veces tengo que hacer algo por la gorda y me ayuda un poco la chiquita. Con las cosas de la casa por ahí me despejo un poco el rato que estoy levantada. Todos me dicen 'tenés que luchar por ella (en referencia a la hermanita de 5) que es lo que Naira hubiese querido'. Ella a su hermana la adoraba. No quería que la rete, la apañaba en todo. La llevaba a todos lados", dijo.
Nancy destacó el apoyo de su familia y también de las compañeras y amigas de de su hija que van al cementerio y luego la visitan en su casa. "La que más viene son Sofía y Virginia. Sofía siempre viene, era la más amiga de ella. Me siguen visitando y todo. Dándome aliento", afirmó.
"Que se haga Justicia"
En cuanto a las hermanas María Rosa y Anabella Medero, dos de las acusadas por el caso, la madre de Naira dijo que "no estaba enterada de que iban a la escuela" y recordó que su marido, en un momento le dijo: "ojo que son jodidas" porque las conocía del barrio en el que vivía antes.
Nancy sabe que nada le va a reponer la pérdida de su hija, pero confía en que la Justicia le devuelva algo de la paz que perdió. "Quiero que se haga Justicia. Para mí no tienen que salir nunca más", afirmó.
"Yo la verdad que no me lo explico, no creía que había gente así. Cuando yo miraba Noticias de Buenos Aires decía '¡no, mirá, eso acá no pasa!'. Que me tocó a mi no lo puedo creer", expresó.
Sobre el nivel de violencia con el que se dirimen los conflictos, la mujer deseó "que cambie todo esto" y "que no le toque más a nadie" y agregó: "es terrible lo que se siente".
Naira también era muy allegada a su hermano mayor, Ezequiel, y Nancy recordó una situación que vivió Naira con su hermano, antes de que se mude a Ituzaingó y días antes de la golpiza que recibió. "Lo acompañó a la terminal. Me dijo: 'vas a ver que me miente y que no va a volver. Qué te juego a que no viene'. Parece que sabía, qué se yo. Y el colectivero le dijo: '¿qué es tu novio?' y ella le explicó que era su hermano y estaba dolida porque se iba", relató la mujer.
En medio de tanto dolor, destacó el gesto de su hija, de haber expresado previamente su voluntad para donar órganos. "Yo no era partidaria pero me puse un poco contenta cuando el hígado iba para dos bebés", dijo.
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