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INSEGURIDAD VIAL

El 72% de los conductores no cede el paso, según un estudio realizado en Junín

El dato surge de una investigación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad en la que se observaron cuáles son las imprudencias más comunes en el tránsito. Además de nuestra ciudad, fue realizado en otras quince localidades bonaerenses.

El caos de tránsito en Junín fue materia de estudio de una investigación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en el que revelaron las imprudencias viales más frecuentes en territorio bonaerense.
Entre ellas, los investigadores detectaron que el 72% de los conductores no cede el paso cuando por ley el que va por la derecha tiene prioridad, en base a observaciones directas.
El trabajo fue realizado por un equipo del Instituto de Ciencias Antropológicas en conjunto con el Conicet. Los académicos realizaron una descripción de las actitudes de peatones y conductores en dieciséis localidades de la provincia de Buenos Aires, entre las que se eligió a nuestra ciudad como escenario de observación. Las demás fueron La Plata, Mar del Plata, La Matanza, Luján, General Las Heras, Florentino Ameghino, General Guido, General Alvear, Villa Gesell, y Tres Arroyos.
El estudio, que fue realizado para la Defensoría del Pueblo bonaerense, tuvo como objeto determinar los factores culturales de peatones y conductores.

Ranking de imprudencias

En el top five de imprudencias en materia de seguridad vial, se observó la falta de uso del cinturón de seguridad en los adultos (49%), la falta de uso de casco (19,18%) –aunque en Junín esa cifra tiende a ser más elevada–, llevar niños adelante sin cinturón (8,13%), llevar niños atrás sin cinturón (6,36%), y el uso del celular mientras conduce (6,13%). Como sólo se estudiaron las faltas que se pudieron computar mediante la observación directa, infracciones como el exceso de velocidad quedaron fuera de la lista.

Conclusiones

En las conclusiones, los académicos señalan que predomina una suposición de que el espacio vial es libre, que no está regulado. Entonces, cada uno cree que puede desplazarse por las calles libremente, siguiendo sus propios intereses y agenda. “Para ciclistas, motociclistas y, eventualmente, automovilistas, la mano única se puede transformar sin problemas en doble mano; y las veredas son lugar apto para transitar. Esta misma propiedad se observa en peatones que transforman calles en veredas y cualquier lugar es apto para un cruce”, escribió el grupo de investigadores, que estuvo formado por Pablo Wright, Alejandro Otamendi, Mariela Nieto, Laura Lobo y Gonzalo Iparraguirre.
Otra de las deducciones de los antropólogos fue que los conductores de autos toman como una imposición el uso del cinturón de seguridad y una afectación de los derechos individuales de las personas. Mientras que en algunos casos, es usado sólo si hay autoridades que controlan el cumplimiento de la norma.
Según estudios respaldados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso de cinturón de seguridad en los ocupantes delanteros de los autos reduce entre 40 y 50% el riesgo de perder la vida en un choque, mientras que en los traseros las posibilidades se reducen hasta el 75.

Propuestas


Tras la investigación, que tuvo eco en medios de Buenos Aires como el diario Clarín, los antropólogos propusieron que se debería realizar una acción integral, que contemple tanto la educación vial de niños, jóvenes y adultos, así como la capacitación de docentes a través de talleres. También se deberían generar acciones de comunicación pública para que los símbolos del tránsito empiecen a ser tenidos en cuenta, y que se organice un observatorio cultural de seguridad vial, que investigue y recopile información sobre conductas viales como hechos sociales. Wright resaltó:“Las actuaciones que los peatones o los conductores llevan adelante en las calles son prácticas de conducción socialmente adquiridas y también pueden ser cambiadas”.

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