LA PACHAMAMA

Un ritual para pedir lo justo y devolver lo necesario a nuestra Madre Tierra

En nuestra ciudad se harán distintas actividades con el fin de homenajear a la Pachamama. Una será privada, con un grupo de gente amiga, en una casa quinta, y otra será artística y musical.

El 1º de agosto es el Día de la Pachamama, donde los pueblos originarios buscan en cada celebración reactualizar el valor de la tierra y su identidad cultural.
Esta celebración, que se realiza generalmente en el norte del país y en los Andes peruanos y bolivianos, refleja la continuidad de una cosmovisión y la permanencia del ‘ser‘ de los pueblos que sufrieron los horrores de la colonización.
Esta celebración también se ha trasladado a nuestros pagos, aunque más que una celebración lo que se busca parece ser momentos de reflexión, un respiro para el alma, encuentro y alegría.

Actividades

El viernes próximo, 1º de agosto, a las 13, en una quinta de los alrededores de Junín, se hará el ritual de la Pachamama (Madre Tierra), de una manera privada.
Por otra parte, la agrupación “Hijos de la Madre Tierra”, organiza para el domingo próximo, 3 de agosto, desde las 13.30 a las 20, un encuentro intercultural denominado “Pachamama Fest”, en instalaciones de la Sociedad de Fomento del barrio Prado Español (Posadas y Chacabuco), también en homenaje a la Pachamama, donde habrá música y expresiones artísticas.
Ante estas iniciativas, cabe la pregunta ¿qué es lo que impulsa a gente de estas llanuras a realizar un ritual de origen andino, que se remonta a tiempos ancestrales donde las poblaciones originarias rendían culto a la tierra”.
Al respecto, Marcela Zillo, una de las organizadoras del Ritual de la Pachamama, al ser consultada por DEMOCRACIA explicó: “la idea es rescatar esta conexión ancestral y conectarnos con la misma. Un ritual es un modo de unión entre el mundo material y el mundo espiritual generando una energía de empatía y cuidado hacia quien nos contiene en primera instancia a modo de una valoración simbólica de la tierra, ya que todos nos apoyamos y caminamos sobre ella”.
Por su parte, Gisela Barchetta, de “Hijos de la Madre Tierra”, explicó: “se trata de retomar el conocimiento de las culturas ancestrales originarias y articular con la sociedad, dando a conocer lo que aprendemos”.
“Se trata de trasladar la cosmovisión andina, en este caso, y convocamos a varios artistas y expresiones culturales, bandas, ballet folclórico, grupo de teatro, artesanos y artistas plásticos, que van a exponer el domingo, en la Sociedad de Fomento del barrio Prado Español”, dijo.

Día festivo

Marcella Zillo explicó que “el 1° de agosto es un día festivo en gran parte del noroeste argentino y en Bolivia. Este día marca el fin de la época seca; los pastores y agricultores le piden permiso respetuosamente a la Pacha, la Madre Tierra que da la vida, para abrirla y sembrarla. Ese día la Pacha se encuentra lista para recibir los regalos de sus hijos: las mejores comidas, la chicha, el vino, el alcohol, la coca y los cigarros para que fume”.
“Cuando se acerca ese día tan especial, muchas familias disponen en su casa algún lugar especial, sagrado, para realizar la ceremonia de homenaje a la Pachamama. En la medianoche del 31 de julio, o antes de clarear el día, se cava un pozo en el lugar elegido para brindar los regalos a la tierra. Es la corpachada. Allí se colocan las ‘primicias’ de la comida preparada para ofrendar a la Pacha: un poco de chicha, hojas de coca, cigarrillos encendidos que se clavan en la tierra, trocitos de lana de alpaca coloreada. Nunca debe faltar algo rojo, ¡es el color preferido de la Pacha! Son regalitos que se le hacen a la tierra para agradecerle por todo lo que la tierra da”, dijo.
¿Por qué es un ritual o ceremonia de ofrenda?, fue la pregunta que Zillo respondió: “porque a través del mismo se establece una reciprocidad entre  el mundo material y el mundo espiritual. La ofrenda es una forma simbólica que posee el hombre para devolverle a la tierra lo que ha sacado de ella y su finalidad primordial es  el restablecimiento de la reciprocidad entre en hombre y la tierra”.

Hijos de la madre tierra

El 1º de Mayo último se formó “Hijos de la Madre Tierra”, un movimiento intercultural con jóvenes que desde hace tres años trabajan e investigan la “identidad originaria”. Al respecto, Gisela Barchetta, al ser entrevistada por DEMOCRACIA dijo: “mi búsqueda la inicié haciendo mi árbol genealógico y encontré que tengo descendencia quechua, me interesé más y me puse en contacto con la comunidad mapuche, que habita en esta región. Los quechuas están al Norte de Argentina y mi mamá es de Jujuy. Con un grupo de amigos empezamos a trabajar en esto y este año, hacer actividades abiertas a la comunidad”.