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VUELVE EL FRÍO Y EL TEMOR POR LA ESCACEZ DEL COMBUSTIBLE

Cientos de familias juninenses podrían quedar desabastecidas por la falta de garrafas

En el Municipio afirman que los distribuidores reciben un 50 por ciento menos y que de los últimos dieciocho días, en seis no pudieron repartir las destinadas al programa social. En los comercios llegan con lo justo para atender a los clientes fijos.

La fórmula es cantada. Baja la temperatura y vuelve la odisea por conseguir una garrafa a precio subsidiado. Todos los días varias personas de distintos barrios se acercan a alguno de los puntos de expendio de las garrafas subsidiadas con el fin de adquirirlas a los 16 pesos fijados por el Estado. Con la ola de frío pronosticada para los próximos días en la Ciudad, renace el temor por el desabastecimiento.

Pero no todos tienen el tiempo de hacer la fila o los medios para transportar el envase. Aún así, es común ver a muchos vecinos haciendo malabares para llevar los tubos en moto. 

Ante la gravedad de la situación y los problemas para adquirir la “garrafa social”, el secretario de Gobierno de la Municipalidad, Mauro Gorer, expresó su preocupación y manifestó que los distribuidores reciben la mitad del gas que hace un año atrás.

“Nosotros hace cinco años atrás exactamente implementamos el programa de distribución gratuita de la garrafa. Lo que sí observamos y hemos charlado con los fraccionadores y distribuidores de las garrafas es que hay una menor importación por parte del Estado nacional de este fluido y que, a su vez, en esta época estacional dado que se van extendiendo en las redes se inyecta parte del gas que se importa en mayor proporción a la red domiciliaria”, dijo el funcionario a Reporte Especial.

“Obviamente esta baja en la importación, sumada a los mayores fríos, a la bajas en la temperaturas, que hacen que se inyecte mas gas natural. Hace que haya una baja importante. Concretamente la semana pasada me informaban distintos distribuidores que les están mandando menos gas, lamentablemente el 50 por ciento menos de garrafas. Tengo el cronograma y todos los días las empresas que nos proveen el gas para que nosotros lo llevemos a las distintas sociedades de fomento. Hoy no tengo gas, habría que suspenderlo”, afirmó Gorer.


Con lo justo


Los comerciantes, en tanto, afirman que cuentan con “lo justo” para abastecer la demanda de sus clientes, pero no les sobra.

“Es algo totalmente normal. Ha pasado toda la vida. Cuanto más empiezan a trabajar los calefactores, aumenta el combustible, las garrafas, es normal. Hace 14 años estoy en el negocio y esto es de siempre de cuando baja la temperatura”, dijo Walter Morales, de MG Gas.

“La entrega es más corta pero el abastecimiento es imposible que se pueda reforzar. Son los mismos vehículos, la misma cantidad de garrafas. No se puede hacer 70 pedidos en un mismo día. Yo atiendo a los clientes que compran todo el año. Pero después caen pedidos de todos lados. En esta época no tomamos nuevos clientes, es imposible”, explicó Morales.

En cuanto a las ferreterías, el stock suele agotarse antes de lo previsto dado que reciben menos cantidad que los comercios que se dedican exclusivamente a las garrafas. La ecuación suele manejarse a través de un cupo, que es, según explicaron distintos hombres del rubro “tres garrafas en invierno por cada una vendida en verano”. 

“Hay veces que la gente no entiende que el cupo de invierno te lo dan por lo de verano. Si vende 50 en verano no te pueden dar 500 por día”, afirmó Morales y agregó: “es normal que se produzca el faltante. El gas natural a veces no es de buena calidad y tengo gente que se le apagan los calefactores y compra garrafas. Siempre tengo algún cliente que me compra por un inconveniente con el gas natural”.

El faltante, además del crecimiento de la demanda por el frío, es atribuido a que la oferta sigue siendo la misma. “La preocupación es normal porque Junín cada vez se expande más y no se refuerza la cantidad de distribuidores. Y los que están pueden hacer hasta un punto. Lo que nosotros no hacemos es colgar el teléfono. Hay otros que no atienden ni a los clientes”, dijo el encargado de MG Gas.


Desfasaje


Lo que en verano suele durar en promedio alrededor de un mes, en invierno con una garrafa puede consumirse en apenas cuatro o cinco días, y algunas familias pueden llegar a comprar hasta cinco en un mes. “Las plantas no pueden abastecernos para producir cinco garrafas por cliente. Siempre va a haber un desfasaje”, afirmó Morales. Eso limita la existencia de nuevos emprendedores que estén en condiciones de sobrevivir a la merma en ventas en temporada baja.

“¿De qué te sirve poner más distribuidores en invierno si en verano nos miramos entre todos? De pura casualidad que podés con los gastos”, explicó.

La semana pasada, un paro en Amarilla Gas complicó la distribución. Fueron cerca de 2300 garrafas que durante dos días faltaron en la Ciudad y la Región. 

En ferretería Rivadavia también se registra una gran demanda de garrafas. “Nos entregan bien, pero la demanda es alta y dijeron que van a reforzar. Cada cual tiene su cupo. Pero las pantallas consumen mucho más de lo que puede sostener la estructura”, dijo Matías en diálogo con Democracia.

El comerciante atribuyó el problema de los faltantes a la alta demanda y el bajo costo. “Muchos se quejan de que el camión ya no les lleva a domicilio. La garrafa le cuesta 12,50 pesos al proveedor y ya no hay forma de sostenerlo, cuando el camionero gana 18 mil pesos”, opinó.


1600 familias 


Gorer dijo que el problema de abastecimiento alcanza a 1600 familias. “Es un numero altísimo. El Intendente justamente me ha encomendado que le solicitemos al ministro de Planificación Julio De Vido, de quien depende el programa, que trate de incrementar el gas para la ciudad de Junín. El Intendente le ha enviado una nota firmada junto conmigo en la que le solicitamos que haga mayores esfuerzos, porque lamentablemente a veces este gobierno nacional con su discurso se ha olvidado de la gente”, dijo.

“Al importar menos, hace que la gente con menos recursos reciba menos. El vecino de Puerto Madero que también tiene derecho a tener gas, por ahí lo tiene frente a un vecino de las zonas más periféricas de Junín o de cualquier lugar de la Argentina que no tiene las mismas posibilidades”, afirmó y agregó que “el Estado nacional debe replantearse la política de subsidios y de cómo direcciona esos subsidios. Creo que el vecino que tiene gas natural debe seguir teniendo y debe tenerlo aquel que lamentablemente no puede acceder”, dijo el secretario de Gobierno. 

“En los últimos 18 días del mes hubo seis, contando los días de semana y los demás, en los que no pudimos proveer de gas. Nosotros hacemos un programa de distribución. Tomamos en consignación las garrafas, las llevamos al barrio y la gente las compra. Y así y todo no había. Tenemos la mejor voluntad con los distribuidores. Hay algunos que se han bajado directamente, ‘no podemos venderles gas’, dicen, pero no son claras las explicaciones de por qué no nos pueden vender y participar del programa”, afirmó.

El funcionario dijo que “los subsidios datan de hace 10 años y no han sido modificados en el quantum con lo cual  muchos distribuidores dicen que ya no pueden sostener la venta de esa garrafa social” y agregó: “cuando hablamos del fraccionador y distribuidor no sólo pasa por vender el gas, es la persona que lo reciba, el cual tiene que tener gente para transportarlo, envasarlo. Hay administrativos. Hay un montón de gente, los insumos, las cubiertas de los camiones, el combustible que utiliza esos camiones”, dijo. 

“El equipamiento, los sueldos, todo ha aumentado en esos años y el gas sigue al mismo precio. Algunos dicen ‘nosotros no podemos seguir participando’, otros con gran esfuerzo nos siguen acompañando, siguen estando, solidarizándose con el vecino, entonces para nosotros es un programa muy importante y que insisto, con fondos, tal vez de otra fuente de financiamiento lo sostenemos con un gran esfuerzo”, afirmó. 


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