Ante el incremento sostenido de las causas por drogas en el distrito, según se desprende de las estadísticas oficiales elaboradas por la Procuración de la Corte bonaerense, el municipio lanzará una línea telefónica para recibir denuncias anónimas.
A través del 108, la comuna busca atraer los llamados que no llegan a la policía o las fiscalías “por miedo” de los dneunciantes.
Según informaron en el municipio, el número será gratuito, anónimo y también se recibirán denuncias relacionadas con otros ilícitos. El número estará en funcionamiento a partir de este jueves, fecha en que también será presentado formalmente en el Concejo Deliberante.
La recepción de los llamados funcionará en el Centro de Monitoreo municipal las 24 horas. Y a través de un esquema preestablecido, el operador tomará los datos de la situación puntual que el denunciante quiere manifestar, sin la obligación de dejar su información personal.
Una vez tomado el testimonio, el sistema producirá un informe, que luego la Comuna elevará a la fiscalía correspondiente. En los casos de drogas, a la dependencia pública especializada en narcotráfico.
Miedo
De esta manera, el municipio intentará incentivar a los vecinos a los que les cuesta realizar denuncias para que se animen a hacerlas. No sólo servirá para los episodios que tienen que ver con la comercialización de estupefacientes, sino cualquier tipo de situación de violencia, abuso o delito.
Víctor Knappe, secretario de Seguridad de la Municipalidad, afirmó a Democracia que “la línea funcionará en el Centro de Monitoreo”.
“Se recibirán las llamadas de denuncias por drogas pero también de otros delitos y se trabajará en lo que específicamente se denuncie”, afirmó el funcionario, quien explicó que el sistema parte de un “protocolo de información anónimo”.
El funcionario explicó que una vez tomadas las denuncias, “se judicializan para que haya un seguimiento”.
Knappe explicó que la iniciativa surge del intendente Mario Meoni quien “pone de manifiesto con los vecinos el compromiso de la seguridad y que a veces la gente no quiere denunciar a la policía ni a la fiscalía”, afirmó.
Consultado por Democracia sobre si el lanzamiento de la nueva línea tiene que ver con un “sinceramiento” de la Comuna ante la problemática del narcotráfico, Knappe sostuvo: “no tenemos que ser necios con el problema de las drogas. Se está trabajando”.
Y agregó que “Hay una mayor cantidad de causas pero cuando hay más causas no significa solamente que haya más droga, sino de que se está trabajando más. Lo que hacemos es reforzar lo hecho con esta medida y tener una continuidad”, afirmó.
El funcionario dijo que apelan a que los denunciantes “sean realistas” durante los llamados aunque reconoció que correrán el mismo riesgo que el 101 y el número de los bomberos.
La línea de denuncias 108 se lanzará oficialmente el 5 de junio, a las 19 en el salón Rojo del Honorable Concejo Deliberante de Junín.
Contra el narcomenudeo
Lejos de ir en busca de los denominados “peces gordos”, en otros distritos como en Capital Federal, Rosario o el conurbano bonaerense, los números anónimos tienden a tender una mano a los ciudadanos que conviven con el tráfico de drogas en sus barrios.
Es que justamente por esa cercanía geográfica muchas personas no quieren exponerse dejando rastros de haber sido los autores de las denuncias.
En un escenario en el que la modalidad del narcomenudeo se extiende a lo ancho de la Ciudad, los últimos allanamientos realizados por la policía muestran que la venta al público se realiza en complejos de viviendas, por la ventana de una casa o delivery. Las cantidades suelen ser mínimas y en raras ocasiones hay más de un aprehendido en los operativos.
Según las estadísticas de la Procuración de la Corte de la Provincia de Buenos Aires, en 2013, la cantidad de investigaciones relacionadas a la infracción de la ley de estupefacientes 23.737 aumentó un 20 por ciento. De 420 en 2012, pasó a 504 el año pasado, sosteniendo una tendencia alcista en comparación con años anteriores.
Los kioscos con las dosis justas de estupefacientes y la ramificación del comercio en más vendedores minoristas hace más fácil el crecimiento del negocio y más difícil dar con los traficantes. Hace poco, un alto funcionario judicial de la Región reconoció a Democracia el crecimiento de las bocas de expendio de droga en la Ciudad y que para muchos resultaba más fácil y redituable que salir a buscar trabajo.
Pero ir contra estos puntos de venta a veces es la tarea más difícil para los investigadores, ya que los testigos no suelen animarse a denunciar en contra de sus vecinos y la actividad ilícita ocurre dentro de una propiedad. Por eso, la Municipalidad apuesta a que con un número anónimo, podrán romper esta barrera del miedo. Y en ocasiones, dar con un vendedor minorista resulta ser el eslabón que faltaba para acusar a un proveedor mayorista. Ya que a través de comprobar la relación entre uno y otro, con cruces de llamados, mensajes u otra evidencia que resulte de los allanamientos, los caminos de los “peces gordos” comienzan a cerrarse.
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