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UN ARTISTA POPULAR

El recuerdo de Gastón Barral

Hace más de diez años, más precisamente, en diciembre de 2002, Democracia le hizo una extensa entrevista en el contexto de la presentación del disco “Contigo me basta”, donde repasa su carrera y sus proyectos para el futuro, aspiraciones y sueños.

Esto es lo que dijo en aquel momento: Gastón Barral actúa y canta; habla el idioma de los gestos y lleva mensajes de poesía; expresa el lenguaje del alma y construye historias de amor. Además, asegura que renunció a la fama para impregnarse del calor que brinda el reconocimiento popular, ese que sólo da el público, la gente. “No soy un folklorista, ni un cantante romántico, ni para chicos: quiero ser un cantor, un artista popular. Creo que popular es una palabra muy importante. Vos sos popular cuando la gente te da ese título. Y yo creo que trabajo para eso. No digo que lo soy. Me gustaría algún día serlo”, reseñó después de presentar “Contigo me basta”, su tercer disco.

- La obra ya pertenece al público...

-Sí, compartir “Contigo me basta” en sociedad fue cumplir con un sueño más. La presentación del disco 2003, que se llama así por el nombre de un tema que incluye, y que estará a la venta en las disquerías de todo el país a partir de enero próximo, fue alcanzar un objetivo anhelado. Además, la gente acompañó en forma incondicional, como siempre.
La idea fue armar un espectáculo novedoso, distinto. Hacer cosas diferentes a lo que se realiza en la región, con escenario, luces y sonido traído todo de Buenos Aires. Es la misma empresa que hace los recitales en la Costa Atlántica, en el verano. El espectáculo en sí tuvo la apertura del Ballet Piuquén, y luego nos tocó actuar a nosotros. El show duró dos horas y el público con su presencia dio testimonio de aprobación por la obra y de un entrañable cariño.

-¿Cuál es el estilo que transmite el disco?

-El disco es muy variado, porque tiene temas clásicos como “Zamba de mi esperanza”, Vallecito”, “Tu olvido” o “No todo es Rosa”, de Miguel Ángel Robles. Incluye además temas de la música latina como “Cóncavo y Convexo” y “En el último trago” y también hay un tema del Maestro Aguilera –director musical del disco- y el Paz Martínez, que se llama “El que no brinda se muere”, que es una cueca. Este disco, por su parte, tiene el padrinazgo de Miguel Ángel Robles.

-Este es el tercer disco ¿Cómo sucedió todo desde el primer trabajo discográfico?
-El primer disco fue “Gastón Barral”, editado en 1999. Llevó mi nombre guiado un poco por el productor, Rubén Aguilera, quien sostuvo que los primeros discos tienen que ser homónimos al nombre del cantante, para que el público lo identifique. En ese momento teníamos que ir a Cosquín, donde había grandes figuras ¿y quién era Gastón Barral? En Junín y la zona era conocido, pero allá no.
Entonces, la idea fue apuntar un poco a eso para fijar el nombre, y después hacer toda la prensa que se hizo para dar a difundir las canciones que habíamos grabado. Este material fue presentado el 5 y el 12 de mayo del ’99 en el teatro de La Ranchería, y luego fuimos a muchísimos lugares más de la Provincia.”.

-¿Qué siguió luego?

-“Desde el llano”, el segundo disco, fue presentado el 12 de noviembre en el Club Los Indios, a beneficio de la Fundación del Centro Universitario. A partir de ese momento comenzamos la gira presentación por Villa María, Baradero, la Fiesta de la Sangría, Inés Indart, la Fiesta del Caballo, Carabelas, Las Flores y en otros festivales más.

- ¿Cómo continuó la carrera de allí en adelante?
-Después grabamos “Canciones para Argentinitos” .Un disco hecho con una producción de Capital, formada por Zulema Alcayaga y Waldo Belloso hijo, en homenaje a su padre, autor de temas como el Himno a Cosquín y creador de Margarito Tereré, entre otras cosas. En el disco participaron Antonio Tarragó Ross, el Paz Martínez, Yamila Cafrune, Tamara Castro, “El Negro” Gerardo López, Ramona Galarza, Esteban Cruz, El Coral Junín y el grupo vocal Sonsonando. La dirección artística fue del Maestro Rubén Aguilera. Este fue
un disco que tiene canciones que muchos de nosotros cantábamos: “Señora lluvia”, interpretada por mí; “Jugando a la copla”; “Gracias mi señorita” y otros muy lindos. Entonces, a fines del año pasado lo presentamos en el teatro Liceo de Capital Federal, donde Yamila y yo protagonizamos el musical -teatral donde se desarrollaban los temas, junto a “Bigote”, que era un personaje que nos acompañaba. Este emprendimiento en un momento quedó medio trabado, pero ahora se está por firmar un convenio con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para hacerlo durante el verano en un teatro de la Capital.

-Después llegó otra vez Cosquín...
-Sí, y ahí presentamos “La Casa de Gastón Barral”. Todas las noches desde el Café Plaza, justo frente a la plaza Próspero Molina ofrecíamos este espectáculo, donde nos visitaron “Los cuatro de Córdoba”, Tamara Castro –que nos acompaño en la conferencia de “Canciones para Argentinitos”-, y artistas de todo el país que se acercaron. Además fue nombrada la peña de La Cordialidad, por cómo se trataba a los artistas. Luego, la presentamos en Junín, donde nos visitaron artistas nuevos y otros conocidos nuestros, como El Gaucho Bataraz – premiado y admirado por su excelente humor en el Festival -, estuvo Germán Prieto, guitarrista revelación de Peñas este año, que es de Rancagua, entre otros.

-¿Y el Tren musical fue lo último?
-Exactamente, esta fue una reedición del Tren musical, pero se agregaron dos personajes, Fortunato y Timoteo, y se presentaron canciones que identifican al tren, que volverá el 5 de enero, en un espectáculo llamado “La noche de los sueños”.

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