La demagogia política no tiene límites

Aunque resulte increíble es así. La demagogia política de algunos, no tiene límites. No respeta nada. Ni siquiera el dolor o a los tiempos de la justicia. Con mucho asombro he visto que en la página 2 del Diario Democracia del día de ayer, donde además se ve la foto del concejal Juan Manuel Sequeira, se vierten las opiniones del bloque de Concejales del Frente para la Victoria respecto a que “salieron a reflotar un proyecto de ordenanza presentado por el edil Juan Manuel Sequeira en abril del año pasado para crear en nuestra ciudad un registro de controladores de admisión y permanencia (CAP)” (cita textual tomada del Diario).
Ante esto, la pregunta que parecería adecuado hacerse, es la siguiente: ¿tan bajo se puede caer con el propósito de sacar algún mísero rédito político? Era necesario usar una situación tan sensible como lo es un presunto abuso sexual de una menor para hablar de un proyecto de ordenanza presentado hace nueve meses sobre el “control” de los “patovicas” en su lugar de trabajo y que por esto, en nada, pero absolutamente en nada, aporta para la solución de este hecho en concreto ni favorece el accionar de la justicia. Evidentemente, para el bloque kirchnerista nunca ha sido más cierta la frase maquiavélica de que “el fin justifica los medios”.
También me pregunto si al hacer la nota con el Diario, no tuvieron en cuenta que detrás de este hecho hay familias que están sufriendo y que no merecen ese trato o manoseo por parte de concejales que deberían representarlos y no usarlos de forma vil, con el único objeto de conseguir un espacio en el Diario y con ello fantasear con la posibilidad de recaudar un voto más para las próximas elecciones. Creo que con esto que han hecho, se les fue la mano...
Terminando, creo fervientemente que el respeto por los ciudadanos debe ser un pilar fundamental del accionar diario de cada persona que milite y haga política, y aun más cuando se tiene un cargo público que honra la voluntad popular y consagra la máxima expresión democrática como lo es el cargo de concejal.
También creo que el respeto por los distintos poderes del Estado es fundamental para el fortalecimiento de la Democracia. En este hecho, la justicia está actuando y buscar interferir o desacreditar esas actuaciones con declaraciones inapropiadas o apreciaciones incorrectas; es fomentar la violencia social.
Respetar la labor de la justicia y hacer votos para que se resuelva a la mayor brevedad este caso, es lo que habría correspondido. Pero resulta obvio lo poco que les importa a los concejales kirchneristas cualquier otra cosa que no sea sacar un beneficio político.
Hace un tiempo atrás, en una sesión del Concejo Deliberante y ante una discusión por un expediente; el bloque de concejales del Frente para la Victoria demostró una falta total de ideas al dejar de lado la discusión política y adentrarse en el plano personal para agraviarme diciendo que era “una calaña de la peor estofa política”.
Por suerte, el tiempo pone las cosas en su lugar y demuestra quién es quién y cómo se maneja cada uno. Con esto que han hecho, evidentemente se les fue mano y demuestra que la demagogia política del kirchnerismo local no tiene límites.