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DÉFICIT HABITACIONAL

Aseguran que en nuestra ciudad hay más de 350 viviendas y terrenos “usurpados”

El cálculo corresponde a la Federación de Sociedades de Fomento. Advierten que la situación es “preocupante” y aseveran que la mayoría de las casas y lotes están tomados por familias juninenses. Solicitan el compromiso de los vecinos.

Más allá del importante beneficio que implicó para los juninenses, los mil créditos que repartió el programa Pro.Cre.Ar. en nuestra ciudad en el último sorteo no alcanzarán a paliar el déficit habitacional que se advierte en el ámbito local, y que oscila, de acuerdo a las fuentes consultadas, entre 3.000 y 5.000 viviendas.
Una consecuencia directa de esta situación se ve reflejada en el creciente número de propiedades usurpadas en nuestra ciudad, lo que configura un tema de gran preocupación.
En ese marco, desde la Federación de Sociedades de Fomento se estima que son más de 350 los lugares que se encuentran tomados en los distintos barrios de Junín, si se tiene en cuenta las casas y los terrenos.
El titular de la entidad, Sergio Pardini, señala que “en el último relevamiento que hicimos, hace dos años, concluimos que había 300 casas usurpadas. Este fenómeno fue creciendo y hoy podemos afirmar que hay entre 350 y 400 propiedades tomadas, sumando viviendas y terrenos. Diría que más cerca de 400 que de 350”.
Esta situación alarma tanto a los representantes barriales como a los funcionarios, puesto que es un panorama que provoca los lógicos reclamos de los propietarios que no pueden hacer uso de sus bienes, así como algunos inconvenientes en cuanto a la convivencia social.

El panorama

A partir de una realidad palpable, desde la Federación se estimó necesario hacer un relevamiento con la cantidad de propiedades usurpadas. De esta manera, los presidentes de cada una de las sociedades de fomento fueron aportando los datos de su barrio, ya que por su función conocen qué es lo que sucede en su zona de influencia.
De esta manera se llegó a esta cifra, que aumenta incesantemente, a pesar de los planes de vivienda social y los créditos para la construcción existentes.
“Esto lo vamos viendo día a día”, insiste Pardini, quien asevera que cada usurpación es un tema en sí mismo y hay distintas causas que motorizan el ingreso por la fuerza a una propiedad ajena: “Hay quien está alquilando y debe dejar su casa, o el que perdió el trabajo, o que vive situaciones de este tipo que hacen que la gente, sin tener un lugar a donde ir, se apropie de un lugar y se meta”.
De acuerdo a lo analizado en el relevamiento, el dirigente fomentista remarca que “la mayoría de la gente que usurpa casas es de Junín”, y grafica: “Un ejemplo de ello, es lo que sucede en mi barrio, Nuestra Señora de Fátima, en donde las 15 casas que están tomadas fueron ocupadas por familias juninenses. También se da el caso de viviendas usurpada por personas de otros lugares, pero es un porcentaje menor”.
En tanto, Pardini hace hincapié en que se trata de un escenario presente en toda la ciudad, aunque aclara que se produce con mayor frecuencia “en barrios periféricos”.
Esto tiene su lógica: en las zonas más alejadas del centro neurálgico y comercial, suele haber más viviendas desocupadas y terrenos baldíos, lo que genera más oportunidades.

Preocupación

Pardini comenta que “es preocupante” este panorama, dado que genera algunos conflictos a nivel social.
Democracia recorre los barrios todas las semanas y los presidentes de sociedades de fomento y dirigentes barriales admiten que conocen casos de este tipo en su propio vecindario, pero muchos de ellos prefieren no hacer públicos esos datos, puesto que se trata de un tema muy sensible para la convivencia cotidiana.
No obstante, se sabe que existen casas o terrenos usurpados en prácticamente todos los barrios, con distintas alternativas: desde el caso de una manzana completa tomada, hasta los que llevan décadas –literalmente– en una vivienda en situación irregular.
El presidente de la Federación de Sociedades del Fomento advierte que “los inconvenientes que pueden traer este tipo de situaciones tienen que ver con la gente que usurpe”, y profundiza: “En muchos casos se trata de familias que realmente no tienen adónde ir y no encuentran otra alternativa, pero tampoco generan problemas porque son gente de trabajo. En cambio, hay algunos casos de gente de mal vivir, y ahí es donde aparece la preocupación del vecino. Uno no quiere condenar a todo el que toma una casa, pero también hay que tener en cuenta qué hace o a qué se dedican los usurpadores”.

Qué hacer

Un reclamo recurrente que escuchan los dirigentes barriales por parte de los propietarios, tiene que ver con la dificultad para lograr que se desocupen las viviendas usurpadas.
En tal sentido, Pardini remarca que, más allá del accionar de las autoridades policiales y judiciales, debe haber un compromiso por parte de los vecinos: “Lo principal es que la gente esté atenta. Si sabe que hay una casa desocupada y ve ahí algún movimiento raro, lo primero que tiene que hacer es llamar al propietario, si lo conoce, y también a la Policía. Porque si enseguida se toman cartas en el asunto, es posible evitar este tipo de hechos. Luego, una vez que los usurpadores ya se instalaron, es muy difícil”.

Medidas a tomar


Es evidente que este tema requiere que sea tratado de manera inmediata, con un abordaje que integre distintos estamentos sociales, judiciales y políticos.
En tal sentido, Pardini recuerda que la Federación de Sociedades de Fomento renovará su comisión directiva en marzo y a partir de la nueva composición, se trabajará “fuertemente” en distintos temas, y uno de ellos va a ser el de las casas usurpadas.
“Se van a formar comisiones, y también vamos a hacer un nuevo relevamiento para conocer fehacientemente cuál es el panorama actual”, adelanta el fomentista.
En tanto, puntualiza que, en su opinión, “algo fundamental es que faltan casas en Junín y sería muy importante que lleguen más planes de viviendas sociales para paliar ese déficit”.

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