Sin sobrarle nada, con la ventaja de tener mayoría de representantes en el Concejo Deliberante, el gobierno de Mario Meoni consiguió el 3 de diciembre del año pasado que el cuerpo parlamentario aprobara el proyecto de presupuesto para 2013 y la Ordenanza Fiscal Impositiva, que trajo a cuestas un aumento de tasas del treinta por ciento.
Del debate sobre el incremento tributario participaron grandes contribuyentes (se los convoca cada vez que se debe definir cuestiones como reajustes tarifarios, endeudamientos a través de créditos y demás movimientos financieros), cuya nómina replica la composición política del órgano que dicta las leyes municipales, puesto que sus integrantes son seleccionados por el partido con más concejales en el recinto –en este caso, el meonismo- y son elegidos por los sectores de la minoría.
Como era de esperar, esa asamblea fue favorable a los intereses del Departamento Ejecutivo.
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