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JUNÍN PLURAL

Cerca de mil personas vibraron de emoción con el mensaje de fe del apóstol Di Rocco

El encuentro tuvo lugar en el Club Rivadavia y congregó a ciudadanos de todas las edades que manifestaron su devoción a Dios. La oración y la alabanza fueron las reinas de la noche, en un ámbito repleto de energía espiritual.

Una auténtica noche espiritual fue la que se vivió el viernes en el Club Rivadavia, epicentro de uno de los encuentros cristianos evangélicos más convocantes del país. Cerca de mil personas se llegaron hasta la institución del barrio Belgrano para asistir al acto liderado por el apóstol Ricardo Di Rocco, principal misionero de la iglesia “Cielos Abiertos” en nuestro país y uno de los líderes religiosos más importantes de América Latina.  
Ciudadanos de todas las edades coparon las instalaciones de la entidad rivadaviense y vivieron dos horas de emoción de plena, con la oración y la alabanza como ejes de una actividad que no se limitó a expresar la devoción hacia Dios sino en ser el camino hacia la sanación psíquica y física de varios de los concurrentes, cuyos males y dolencias fueron eliminados merced a la fuerza obrante en la palabra del pastor Di Rocco.
El encuentro arrancó a las 21 y se extendió hasta poco más de las 23. En ese lapso, el ambiente osciló entre la tranquilidad de un auditorio que escuchó atento los consejos y parábolas del apóstol radicado en Estados Unidos y el gozo de la adoración, musicalizado por la orquesta que acompaña a Di Rocco en cada una de sus presentaciones.

Emoción y milagro

Al promediar la reunión, Di Rocco convocó a las personas que se sumaron recientemente a la comunidad cristiana evangélica a ponerse de pie y dirigirse hacia el estrado desde donde él estaba realizando su prédica. Todos con ambas manos en alto, ojos cerrados y compartiendo una oración, parecieron ser tocados por una fuerza sobrenatural que los hizo estallar en llanto casi al unísono, fenómeno que no tardó en trasladarse al resto de los parroquianos.
Acto seguido, Di Rocco citó a quienes “fueron alcanzados por el don divino de la curación por obra y gracia de Dios”.
Al instante empezaron a desfilar varias personas que expusieron brevemente sus males y contaron cómo les fue curado o bien pidieron la sanación en ese preciso momento.
La primera en relatar su caso fue una mujer que hace tres años padecía hepatitis C y que dijo haberse recuperado luego de que el apóstol Di Rocco posara su mano sobre ella en Bragado, en una ceremonia realizada por aquel entonces en la vecina ciudad.
El testimonio que impactó a todos fue el de una joven que dijo haberse enterado la semana pasada de una enfermedad en el útero, problema que para la ciencia la imposibilita de quedar embarazada. Di Rocco le pidió que alzara ambas manos al cielo, que cerrara sus ojos, y expresó: “Todo espíritu de enfermedad saldrá de tu vientre y declaro que en un año recibirás un hijo en nombre de Dios. Concebirás y darás a luz”.
Pronunciadas esas palabras, la joven y todos los presentes vibraron de emoción.
La reunión fue televisada por el canal Enlace de Directv.

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