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SIGUEN LOS PROBLEMAS EN EL ORDENAMIENTO DEL TRÁNSITO

Los agentes “despedidos” reclaman su reincorporación

Ana Pérez y Fernando Martínez cuestionaron las causas por las que fueron desafectados. Desde el Municipio aseguran que los empleados contratados “no cumplieron los objetivos”. La CGT instalaría una carpa frente a la Agencia.

La no renovación de contratos a siete agentes de seguridad vial sigue generando polémica y enfrentamientos entre las autoridades municipales y gremiales.
Si bien desde el gobierno local aseguran que los –por ahora- ex empleados no cumplieron con las expectativas y consideran que el fin de los contratos está justificado, desde el Sindicato de Empleados y Obreros Municipales cuestionan el accionar de los altos funcionarios y exigen la reincorporación de los trabajadores.
“La no renovación de contratos es legal cuando se notifica en tiempo y forma; cuando la persona no está cursando una carpeta psiquiátrica o por accidente de trabajo; o cuando no tiene tutela gremial. En este caso hay tres personas con tutela gremial y el resto tiene carpeta por la ART. Eso no se puede obviar”, afirmó Mónica Calissano, titular del Sindicato.
En este sentido, informó que se iniciaron acciones legales, así como reclamos en la Defensoría del Pueblo de la Provincia y el Inadi.
Por su parte, el titular de la CGT local, Carlos Pesce, amenazó con instalar una carpa de protesta frente a las oficinas de la Agencia de Seguridad Vial (en Liliedal 84) y relacionó los virtuales despidos a cuestiones relacionadas con la actividad gremial de los trabajadores.
“Justamente fueron cesanteados los compañeros que podían tener algún vínculo con la actividad gremial, y a los que plantearon carpeta médica por haber sido agredidos mientras cumplían con sus tareas en los operativos de tránsito, y otro con carpeta psiquiátrica por el inconveniente con Daniel Kelly”, dijo en una entrevista con radio Amcipa.

“Es una agencia recaudadora”


Ana Pérez y Fernando Martínez, quienes hasta hace pocos días realizaban sus tareas bajo las órdenes de Daniel Kelly, hablaron de promesas incumplidas y llamaron al Gobierno a reconsiderar la decisión.
“Los primeros meses fueron tranquilos, pero siempre tuvimos que pelear por lo que fue una de las primeras grandes mentiras: el sueldo. Nos habían prometido un salario que no era nada que ver al que cobrábamos”, afirmó Pérez.
“Después comenzamos a pelear por la seguridad. Nos hubiera faltado más acompañamiento, que recuerden que éramos personas expuestas a mucho estrés y que necesitábamos contención. Faltó el lado humano”, agregó.
En tanto, Martínez indicó: “A nosotros nos dijeron que tenían una Agencia de Seguridad para encausar el tránsito, pero al salir a la calle nos encontramos que era una agencia recaudatoria”.
“El propósito era, supuestamente, educar y enseñar, pero cuando llegaba fin de mes había una libreta donde marcaban cuántas infracciones habíamos hecho y te decían que estabas por debajo de la línea, que no llegaba al objetivo, agregó.
“El objetivo era recaudar para seguir administrando esta gestión. Yo esto lo vi mal desde el principio, pero venía sin trabajo y me entusiasmó el hecho de que podíamos educar y enseñar a cumplir las reglas”, finalizó.

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