La gran popularidad que adquirieron los teléfonos celulares durante la última década trajo aparejada la paulatina desaparición de los teléfonos públicos, que hoy parecen estar casi en extinción.
De hecho, en nuestra ciudad sólo existen 42 ejemplares, muchos de los cuales están seriamente dañados como consecuencia de los reiterados actos de vandalismo.
Según datos proporcionados por la empresa Telefónica, los teléfonos “vandalizados” son al menos 16, y los destrozos más comunes van desde la colocación de objetos en las ranuras de ingreso de las monedas; la traba del cajetín de devolución de monedas; las roturas y trabas de los teclados de discado; los robos de las alcancías donde se encuentran las monedas recaudadas; y la gran pegatina de afiches de publicidad no autorizada.
“La compañía viene trabajando en forma permanente para mantener en buen estado la planta de teléfonos públicos en la ciudad”, afirmaron desde la empresa, aunque admitieron que son comunes las agresiones provocadas durante las noches.
En otro orden, informaron que en el casco urbano hay 74 teléfonos semipúblicos, que permiten el uso de monedas, las tarjetas prepagas y el cobro revertido automático, y que además pueden utilizarse para realizar llamadas sin costo a los servicios de emergencia (112, 110 y 114) y a los distintos 0-800.
“Estos teléfonos se encuentran resguardados en quioscos, pequeños negocios y otros lugares públicos”, aclararon.
Indispensables en una época (en los 80 era común el uso de aquellas “burbujas” naranjas de Entel que funcionaban a cospeles), olvidados ahora, los teléfonos públicos cayeron en desuso y hoy apenas sobreviven para cumplir su rol social en el hospital, en la Terminal de Ómnibus y en algunas escuelas.
En Capital
El avance de la tecnología y el cambio de hábitos de los usuarios también afectaron la estabilidad de los teléfonos públicos de Capital Federal, en donde hoy quedan menos dos mil ejemplares, que poco a poco están siendo retirados.
En este sentido, el gobierno de Mauricio Macri ya comenzó a sacar los aparatos del Microcentro, con el fin de mejorar los espacios de circulación de los ciudadanos.
La decadencia de estos teléfonos se evidencia aún más, si se tienen en cuenta las cifras proporcionadas por la empresa: mientras que en 2004 había diez mil; en 2009, el número se redujo a 4.800; y hoy no llega a los dos mil.
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