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SE DERRUMBA EL MIEDO A LAS REPRESALIAS

Hay mujeres que denuncian violencia de su pareja después de 25 años de maltrato

La Comisaría de la Mujer está recibiendo entre 4 y 5 presentaciones formales de jóvenes y adultas que son agredidas por novios, concubinos o maridos. También se da la aparición de víctimas que confiesan convivir con agravios añejos y recurrentes.

El miedo a perderlo todo, las sucesivas “segundas” oportunidades que se solían brindar en nombre de no ocasionarle un mal a los hijos o de no alimentar el qué dirán y, sobre todo, el terror a una represalia lacerante de aquel galán conquistador devenido en enemigo fueron durante años los impedimentos esgrimidos por la mayoría de las mujeres que sufrían violencia en su hogar.  
De manera gradual, esas auto–restricciones fueron corriéndose del sentir femenino, tanto que hoy en día las agraviadas no lo piensan mucho antes de exponer lo que les pasa.
De hecho, la Comisaría de la Mujer de nuestra ciudad recibe cada día entre cuatro y cinco denuncias por agresiones físicas y psicológicas ocurridas en diferentes domicilios juninenses.   
Jóvenes, adultas y hasta señoras cercanas a la ancianidad han llegado a la dependencia de calle Alberdi para radicar la presentación correspondiente y pedir ayuda.
Andrés Rosa, director de Asistencia a la Víctima, expresó que “nos veníamos preparando porque al ver experiencias de ciudades que contaban con comisarías de mujeres, sabíamos que en los primeros días nos íbamos a encontrar con un flujo importante de denuncias”.
El funcionario destacó la importancia de que la nueva seccional haya sido inaugurada, porque eso “permite que se efectúen las cuatro o cinco denuncias diarias que recibimos en ese lugar”.
“Esto ayudó a que se descomprimiera la actividad en las comisarías Primera y Segunda. Es fundamental contar con un ámbito exclusivo para tratar este tipo de problemáticas tan complejas que se viven en la ciudad, con personal profesional y capacitado”, añadió.

Aumenta la violencia

Rosa puntualizó que “si bien creemos que la violencia doméstica ha existido desde siempre, en los últimos tiempos se visualiza cada vez más. Por suerte, las mujeres están tomando conciencia de que el miedo no conduce a nada bueno y se animan a exponer lo que les sucede en su casa puertas para adentro. Se trata del primer paso, que es enorme.
Lo que más se denuncia es la violencia física, muchas veces en grado extremo. Hay muchas mujeres que no entienden como violencia al maltrato psicológico y dudan en acudir a la protección policial o judicial”.
“Uno observa que se da en jóvenes, durante el noviazgo, el matrimonio o el concubinato, inclusive llegan mujeres de la tercera edad que relatan veinticinco años de penurias físicas y psicológicas”, describió.
En cuanto al tratamiento que reciben las damnificadas que deciden realizar la denuncia, el titular de Asistencia a la Víctima indicó que “hay un equipo interdisciplinario que hace un trabajo enorme de contención y asesoramiento, y luego se pasa a la faz judicial a través del Tribunal de Familia, que también cuenta con su propio gabinete de especialistas”.
Por otra parte, existe una mesa local con más de treinta personas representando a distintas instituciones. Se busca hacer un diagnóstico, un mapeo de la violencia en la ciudad y organizar acciones para unificar criterios y ser más efectivos a la hora de resolver esta problemática.  

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