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DERECHOS HUMANOS

Charla en Junín de Ana Oberlin y Pablo Llonto denominada “Mujer, violencia y dictadura”

Tendrá lugar el jueves 26 de abril próximo, desde las 19, en el Auditorio del Sindicato de Empleados de Comercio, en Saavedra 77. Organiza la agrupación Memoria, Militancia y Justicia, filial Junín.

El próximo jueves 26 de abril, desde las 19, en el Auditorio del Sindicato de Empleados de Comercio, en Saavedra 77, tendrá lugar la charla “Mujer, violencia y dictadura”, a cargo de Ana Oberlin (abogada) y Pablo Lonto (abogado y periodista), organizada por la agrupación Memoria, Militancia y Justicia, filial Junín.

Semblanza

Oberlin (La Pipi) es autora del trabajo “Violencia de género y abusos sexuales en centros clandestinos de detención”.
Oberlin tenía 18 años cuando tomó dos caminos que marcaron su vida. Empezó a estudiar Derecho y a militar en la agrupación Hijos. Tenía un año cuando su padre, René, fue secuestrado en la provincia de Buenos Aires, el 6 de septiembre de 1977. Su mamá escapó con tres hijos pequeños, estuvo unas noches a la intemperie y volvió a la ciudad de Santa Fe, de donde eran. Ana Berraute sabía perfectamente la dimensión del horror, ya que fue secuestrada y luego presa política desde 1971 hasta el 25 de mayo de 1973. Incluso, fue una de las pocas que denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la violencia sexual en aquel cautiverio. Pipi creció y se convirtió en una abogada. Desde que entró en la carrera sabía que haría penal, que le interesaban los derechos humanos y las cuestiones de género.
En 2002 representó a Erica Córdoba, una adolescente violada por tres policías en una comisaría de Rosario el 26 de abril de ese año, porque los derechos humanos, para ella, se defienden también en presente. Ese caso –que le dolió en el alma porque la chica se suicidó tres años después–, la puso a estudiar sobre la violencia sexual con esmero, como hace siempre. “Todos los casos de delitos contra la integridad sexual para mí son muy importantes, porque tienen una dimensión muy individual, porque es desgarrador, y el caso de Erica es el más extremo porque luego se suicidó. Lo que a mí me inquieta es que también tienen una dimensión social, esta cuestión de que los cuerpos de las mujeres son abusables”, dice.
La apertura de las causas por crímenes de lesa humanidad en todo el país significó también la confluencia entre su militancia y su carrera profesional. Fue artífice del procesamiento del ex comisario Abelardo Patti, que terminó, el año pasado, con su condena. Como abogada de Abuelas, de Hijos y de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación participa en distintas causas y siempre pone el acento en el respeto a la palabra de los sobrevivientes. 

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